MUJERES, S.A.

Mujeres: elemento faltante en la fórmula del futuro

El desarrollo de las mujeres en ciertas profesiones ha sido más lenta que en otras

OPINIÓN

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Claudia Luna / MUJERES, S.A. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Mariana Rodríguez Rojo y Brianna Valenzuela Grajeda de 16 años de Los Mochis nos han dado mucho que celebrar.  Su proyecto científico sobre higiene bucal, las llevó a representar a México en el Campamento Internacional de Verano de Ciencias en Turquía, al Foro de Ciencias en Panamá y serán parte de la delegación mexicana en Expociencias Europe 2024 en Bosnia-Herzegovina.

El desarrollo de las mujeres en ciertas profesiones ha sido más lenta que en otras. Las ciencias, matemáticas, ingenierías y tecnología (STEM, por sus siglas en inglés) son claro ejemplo. Las razones son, según expertos, multifactoriales y empiezan desde la infancia: (i) las niñas sienten que son menos buenas que los niños en matemáticas, aunque no hay base estadística que lo compruebe.  Uno de los fundamentos de este sesgo es que las niñas son más exigentes consigo mismas que los niños (¿les suena?); (ii) las casas de estudio no han sabido establecer programas de atracción y retención de estudiantes mujeres y; (iii) las mujeres se enfrentan a ambientes laborales hostiles que provocan que casi la mitad de las profesionistas que tienen trabajos en los campos STEM, abandonen sus carreras.  

En sociedades tradicionales como la nuestra, hay un factor más: el papel desalentador de los núcleos familiares. Las familias mismas suelen desanimar a las niñas y jóvenes estudiantes cuando llega el momento de acercarse a disciplinas que se perciben masculinas o que puedan interferir con el desarrollo de la vida familiar que los padres esperan de sus hijas (¿no te vas a casar? ¿hijos?).  Entiendo que esas preocupaciones son genuinas y amorosas, pero envían el mensaje incompleto de que el mayor y único valor que pueden aportar a la sociedad las mujeres jóvenes es la procreación (como dato curioso, los padres son menos proclives a tener este tipo de demandas sobre los hijos varones). Desde la perspectiva, quizás limitada, de no ser madre, invito a los padres y madres a no imponer a sus hijas cargas que no les tocan y ser motores y no lastres de sus sueños.  Dejemos de hacer pensar a las niñas que el matrimonio es el fin más importante de sus existencias. La sociedad necesita mujeres que influencien el futuro de la ciencia, urgentemente.  

Hablemos con nuestras niñas de Einstein, sí, pero también de Marie Curie, Hedy Lamarr, Ada Lovelace, Rosalind Franklin y de las limitaciones que tuvieron que superar. También de Mariana y Brianna, y hagamos polvo las limitaciones que les toquen. Todos podemos ser campeones del cambio.

POR CLAUDIA LUNA
MUJERES, S.A.
DIRECTORA JURÍDICA / FUNDADORA DE THINK PINK MÉXICO
@CLAUDIALUNAHDZ

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