COLUMNA INVITADA

Frente a la inseguridad alternancia en el poder

A menos de un año de que el gobierno concluya el fracaso en la política de seguridad se ha convertido en el talón de Aquiles del presidente y su partido, provocando que hoy, estados que por décadas gozaron de calma y paz, se encuentran acosados o controlados por bandas delictivas

OPINIÓN

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Karen Quiroga/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A menos de un año de que el gobierno concluya el fracaso en la política de seguridad se ha convertido en el talón de Aquiles del presidente y su partido, provocando que hoy, estados que por décadas gozaron de calma y paz, se encuentran acosados o controlados por de bandas delictivas que tienen al país, pero sobre todo a la población en una enorme psicosis. 

Hace unos días una persona que vive en el Valle de Chalco y trabaja en la Ciudad a la cuál llega vía Iztapalapa me contó como él y otros usuarios del transporte fueron víctimas de 3 jóvenes que con pistola en mano los asaltaron, se llevaron carteras y celulares; de pasó golpearon a dos pasajeros que se atrevieron a mirarlos. Fueron unos minutos, después a esos usuarios del autobús sólo tuvieron un consuelo, reclamarle al chofer por hacer la parada a los jóvenes. 

El caso de ellos es uno de los muchos que lamentablemente se han hecho comunes al comentario “lo bueno que no pasa nada”. Porque, aunque cueste trabajo pareciera que la gente está tan familiarizada con la violencia que ya no es tema prioritario ni siquiera en encuestas o focus group, aunque mi duda es si más bien está resignada frente a la incompetencia del gobierno actual.

Basta dar una revisada a las noticias en los portales, escuchar o mirar noticias o platicar con cualquier ciudadano para saber que la delincuencia está desbordada en todas sus formas. En casa, contra las mujeres, niños, adultos mayores, personas con alguna discapacidad, en las calles, en las plazas comerciales, en las fiestas, en el Metro, en las carreteras. 

Lo que hace unos años eran problemas aislados o muy focalizados en algunos estados dominados por la delincuencia hoy están presentes en todo el país, por eso vemos como en Chiapas secuestran a 14 trabajadores por conflictos con la delincuencia, y no pasa nada; como en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga en Guadalajara ocurre un atentado con explosivos contra personal de la Fiscalía de ese estado y no pasa nada. 

Porque se refiere a la violencia en la zona sur de Guanajuato como la zona de muerte, en Colima decretan el home office para proteger a la población y que evitar andar por las calles, y cómo hasta en la Ciudad de México ocurren balaceras en plazas comerciales o en el Metro, y tampoco pasa nada. 

En México nadie está seguro y el gobierno lejos de reconocer sus deficiencias continúa responsabilizando a los gobiernos del pasado, pese a que el actual está en sus últimos meses. Aun así, el presidente y sus candidatos ofertan las bondades de una transformación que al menos en materia de seguridad no ocurrió y sí acentuó la violencia en todas sus formas. 

¿Frente a esta impotencia qué alternativa tiene la gente?, cuál será el discurso y las mentiras que ahora dirán a esas mujeres y hombres que invierten meses de su salario en adquirir un bien para su vivienda o comprar la despensa, cuando les arrebatan lo que con largas horas de trabajo consiguen. 

¿Qué decirle a las familias e hijos de las mujeres que mueren por feminicido y tampoco pasa nada?, cómo solucionar el problema sin ofrecer a cambio dinero o distracciones. 

Frente a la nula estrategia en materia de seguridad, y del desdén hacia la gente, esa que el gobierno dice defender, pero que no existe, la solución es la alternancia en el poder, no será la primera vez que ocurra y es la forma en que la gente tiene la posibilidad de castigar a quien nada hizo para protegerlo, y optar por un proyecto que resuelva y sí mire a la gente.

 

POR KAREN QUIROGA ANGUIANO

Secretaria Nacional de Igualdad de Género del PRD
@KarenQuirogaAn

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