La paz y estabilidad regional son fundamentales para que los procesos de concertación política sobre inversiones prosperen. En ese sentido, es relevante la información sobre lo que está ocurriendo tanto en materia de tendencias económicas y flujos de capitales, cuando se trata de los flujos de inversión extranjera directa en la región mesoamericana.
Una difícil fórmula para considerar sobre el futuro en política regional en materia de inversión externa, sin lograr que la competencia local se vuelva factor de disminución de la tendencia atracción. Cuando más se necesita en los actuales contextos sociales y políticos regionales, combinar la cooperación y la solidaridad en las políticas públicas.
Según se refleja en el recién publicado informe sobre el asunto de la inversión extranjera directa, aumentó hacia América Latina y el Caribe por las Naciones Unidas, en el último año.
Los mayores receptores fueron Brasil y México con 41% y 17% del total, seguidos de Chile, Colombia y Perú, cuando en Centroamérica reportó un comportamiento heterogéneo con menos inversiones. En el reporte destaca el aumento de las fusiones transfronterizas y valores récord para 2022, superiores al periodo 2010-2012.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) centra el análisis en el reto de atraer, retener la inversión extranjera directa. En las posibilidades de política relevantes en adelante. En este contexto, los proyectos conjuntos y articulados en momento de definiciones, propuesta regional hacia el exterior, específicamente cuando el desarrollo es compartido con otras regiones del continente.
El futuro entonces implica que se vuelven cada día más estratégicos la consolidación de los procesos territoriales de paz, de solución diplomática política y social a los problemas regionales son factores estratégicos, más allá del uso global de su territorio en apoyo a los flujos globales gracias a su envidiable posición geográfica.
Todo ello requiere de la construcción en dos campos de las agendas regionales. Articulación con los desarrollos regionales y locales no sólo de conformidad con la dinámica y cambiante dirección general de los flujos globales de inversión en general, sino con los acuerdos regionales.
Enfatizar la inclusión del tema del desarrollo regional en las agendas de conversación entre regiones, en la transformación del debate sobre flujos comerciales y financieros e infraestructura para el desarrollo con esos fines.
La dirección de las propuestas de atracción para la localización y retención de la inversión son elementos que los expertos en desarrollo han señalado como estratégicos. Para la CEPAL implica la inversión en la construcción de capacidades, empleo de calidad, transferencia tecnológica, diversificación, sofisticación de la matriz productiva. Se suma a las expectativas regionales.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
@GuadalupeGonzCh
Catedrática universitaria.
LSN