TRES EN RAYA

Porfirio, el Nostradamus mexicano

Porfirio Muñoz Ledo a nadie dejó indiferente. Fue amado u odiado

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Su paso por la política —que duró su vida entera— tuvo muchas facetas. Igual acompañó a presidentes, como fue detractor cuando perdieron el piso. Hubo varios. Aplaudidor primero y acusador después de mandatarios tan disímbolos como Díaz-Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Fox y López Obrador. Algunos consideran que se “enamoraba” de las promesas de los candidatos y que cuando los conocía como gobernantes se desencantaba.

En alguna ocasión, en un arranque de soberbia, él también perdió los estribos y fue expulsado de la misma ONU. Tardaría años en comprender su error. Sí, fue mientras era embajador de México ante ese mecanismo; y lo regresaron a casa por golpear a un transeúnte con la cacha de una pistola.

Constante en la política mexicana por seis décadas, siempre dio de qué hablar. Desfiló por el PRI, el PAN (no se afilió, pero trabajó con Fox), el PARM, el PRD, el PT y Morena; terminó despreciándolos a todos.

Fue presidente del PRI, del PRD, embajador (ya lo dije), legislador, secretario a nivel federal y hasta aspirante a la Presidencia.

Cuestionable —para bien y para mal— por estar siempre cerca del poder más allá de la ideología y tener como frase para cualquier ocasión: “estamos en el momento cero”...

Quedan ya en el recuerdo que lo mismo fue Premio Nacional de Oratoria, como de un reconocido historial etílico.

Fue él quien, como presidente de la Cámara de Diputados, le colocó la banda presidencial a López Obrador y quien un día después compartió en su cuenta de Twitter: “desde la más intensa cercanía confirmé ayer que Andrés Manuel @lopezobrador_ ha tenido una transfiguración: se mostró con una convicción profunda, más allá del poder y la gloria. Se reveló como un personaje místico, un cruzado, un iluminado…”.

Poco le duró el entusiasmo. Cuando quiso preguntar a Rosario Piedra (2019) el por qué de su silencio ante la crisis migrante en la frontera sur, la oposición le aplaudió y los suyos, los de la 4t, ni le dejaron hablar. Se convirtió con ello en el legislador que “concuerdo en mucho con López Obrador, pero no me quedo callado ante lo que está incorrecto”.

En diversos momentos, el régimen no le permitió señalar los yerros; prefirieron mostrar su desprecio por la ley y la verdad. Y Porfirio se volvió más y más crítico de los errores que encontraba a su paso.

Y lo dejaron fuera del último congreso de Morena; tampoco le permitieron buscar la reelección parlamentaria. Poco importó que fuera uno de los fundadores del Movimiento y hubiese sido amigo de López Obrador. Lo fue, ya no lo era.

Porfirio prefirió las instituciones establecidas —muchas de ellas por los mimos que ahora las deprecian— y la división de poderes. Así, llamó a defender a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante los embates del oficialismo. Alguna vez comentó: “cuando un jefe de Estado dice que el Poder Judicial está podrido, lo que está podrido es el ejercicio del poder público”.

En su última aparición pública, Muñoz Ledo hizo una predicción sobre el futuro de Morena en este 2024: “Lo de Morena ya no se sostiene porque es una ruptura en la que nadie cree en nadie, eso ya se pudrió… Morena se va a escindir, se empieza desgajar y se va a desmembrar, porque no tienen congruencia ideológica. Todo se basa en el “obraderechismo””.

Mencionó también que el país está al borde del abismo por las prácticas autoritarias de la 4t y llamó a la movilización social pacífica. Además de reiterar señalamientos críticos sobre la política migratoria, la militarización, el control absoluto del presupuesto y la política interior.

Anunció una próxima implosión de Morena. Rompió con López Obrador e hizo esta predicción cuando todo el mundo apostaba por la 4t.

Todo un Nostradamus mexicano.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

@MALOGUZMANVERO

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