POLITEIA

Hay juego

Algunas encuestas muestran ya un empate técnico entre los dos grandes bloques electorales para 2024

OPINIÓN

·
Fernando Rodríguez Doval / Politeia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hasta hace escasas dos semanas, la percepción dominante en la opinión pública era que la elección presidencial del próximo año ya estaba decidida en favor de Morena. El presidente López Obrador parecía no tener duda de que la persona que eligiera para sucederlo llegaría sin mayor contratiempo a Palacio Nacional, mientras que en la oposición, voces soterradas pero influyentes insinuaban que era preferible enfocar todos los esfuerzos en la pista legislativa, a fin de evitar que Morena obtuviera mayoría en el próximo Congreso. Pocos creían que en la pista presidencial pudiera existir una competencia real.

Lo cierto es que hoy las cosas han cambiado. Las torpezas de Morena y los aciertos opositores han transformado por completo un juego que parecía ya definido.

La campaña adelantada de las llamadas corcholatas ha sido un monumento al tedio. Los aspirantes morenistas lucen desorientados, hastiados, poco ocurrentes, incapaces de generar nota, más allá de los reproches acerca de las miles de bardas y carteleras ilegales que inundan impunemente hasta el más recóndito rincón del país.

En contraste, los presidentes del PAN, PRI y PRD se tomaron en serio el desafío de diseñar un método participativo y creativo para elegir a quien habrá de coordinar sus trabajos de cara al próximo año. Un comité organizador mayoritariamente apartidista es el encargado de conducir un proceso que ha despertado la atención mediática y en el que habrá foros y consultas abiertas a los ciudadanos.

Y hasta MC, un partido que parecía graníticamente unido en torno a su líder Dante Delgado, hoy escucha potentes voces internas, como las de Enrique Alfaro y Clemente Castañeda, que cuestionan su estrategia de cerrazón y aislamiento.

Ante esta situación, el estado de ánimo del presidente de la República no es el mejor. Hoy AMLO luce descolocado y perplejo. Su evidente enojo, expresado un día sí y otro también en sus conferencias mañaneras, es una muestra clara de que siente que ha perdido el control de la agenda pública, sobre la que había tenido el más absoluto monopolio en los últimos cinco años.

El politólogo polaco Adam Przeworski ha insistido en que una de las condiciones para poder hablar de una democracia es que exista incertidumbre. Que no sepamos realmente qué puede ocurrir, debido a que la conducta de los actores y los electores es impredecible, mudable. Libre, en una palabra. Sólo en las dictaduras todo está escrito y nada cambia.

La incertidumbre respecto al próximo proceso electoral presidencial es una buena noticia. Reafirma que aún tenemos un sistema democrático vigoroso y una ciudadanía que no se deja manipular. Algunas encuestas muestran ya un empate técnico entre los dos grandes bloques electorales en la elección del próximo año. Hay juego.

POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL

POLITÓLOGO

@FERDOVAL

PAL