El Presidente López Obrador encontró la fórmula que le conviene para violar la ley y adelantar el proceso electoral más de un año. Presionó a la oposición y también cayeron en el juego de la sucesión adelantada, actuando al límite de la legislación con actos de simulación. Y a su favor, juega un árbitro electoral con nuevos consejeros que por su novatez o incapacidad, le hacen el juego a los partidos.
La ley electoral tiene muy claros los tiempos para hacer campañas. En ese sentido, la consejera Claudia Zavala elaboró un proyecto en el que se proponía limitar los recorridos que hacen los aspirantes presidenciales de Morena por todo el país. La propuesta fue rechazada por los otros dos consejeros integrantes de la Comisión de Quejas, los recién llegados Rita Bell López y Jorge Montaño. Aunque a la sesión entraron otros tres consejeros para dar su opinión, pero sin derecho de voto, sus argumentos no pesaron en los nuevos.
Con ello se sienta un precedente de cómo podrán dar trámite a otros recursos de queja y aunque en el pleno del consejo del INE puede enmendar la plana, no siempre podrá ser así. Y esto es algo que la oposición también aprovechará.
El INE decidió pasarle la papa caliente de las quejas en contra de las “corcholatas” de Morena al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el único órgano que parece mantenerse en una línea de compromiso democrático, tan es así que la Sala Especializada del Tribunal declaró que el Presidente López Obrador infringió la ley electoral al posicionarse sobre el proceso electoral del Estado de México y Coahuila, vulnerando los principios de igualdad y de neutralidad. Que el Presidente ignore la ley electoral, es un abierto llamado para que todos lo hagan.
Este debilitamiento del INE es responsabilidad de todos los partidos políticos. La falta de acuerdos en el congreso que dejó vía libre a que Morena y aliados llevaran a “tómbola” la selección de los nuevos consejeros arroja sus primeros resultados.
Para el proceso 2024 se estima que podrán votar más de 98 millones de mexicanos, se renovarán más de 20 mil cargos de elección popular y deberán instalarse más de 171 mil casillas. Un reto enorme que se complica con un INE “condescendiente”, tal y como lo ha llamado el ex consejero presidente, Lorenzo Córdova.
Ahora la oposición tendrá su propio proceso, en el que cuentan con la participación de 13 personajes que fueron parte del IFE y del INE como parte de un comité organizador que definirá las reglas, el financiamiento, el tema de la encuesta y dará a conocer al “Responsable Nacional para la construcción del Frente Amplio por México” (otro eufemismo de precandidato). Aunque la participación de estos expertos es gratis y de buena fe, sus colegas consideran que se están prestando a una simulación.
Es el juego del presidente donde prevalece no hacer caso a las reglas, esas mismas que se hicieron por sus eternas quejas de inequidad cuando era opositor.
CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@carloszup
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