ENVÍO DIPLOMÁTICO

Investidura y Representación

En la actualidad sólo el ascenso a Embajador es resultado de recomendación: la propuesta formal del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores al Presidente de la República que aprueba o no la designación

OPINIÓN

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Créditos: Especial

La diplomacia como ejercicio profesional incorpora muy diversas actividades que demandan igualmente una amplia formación, conocimiento y experiencia. Esta especialidad, en la práctica, lleva a generar especialistas en, por ejemplo, diplomacia multilateral, agentes consulares y otras áreas específicas.

Por lo anterior es que los servicios diplomáticos profesionales se nutren en todo el mundo de generaciones de jóvenes graduados universitarios e incluso, crecientemente de postgraduados. El dominio de otros idiomas, un sólido conocimiento de la cultura nacional y de la universal, de los fundamentos del marco legal internacional, entre otros campos son dominios prerrequisito para el ingreso a los servicios exteriores.

Ya después vendrá la práctica y el crecimiento a partir de la experiencia, del aprendizaje de los antecesores y la actualización constante a lo largo de toda la carrera, pues el ascenso escalafonario depende de los resultados y los méritos, y en el caso mexicanos de baterías de exámenes en cada rango hasta el penúltimo peldaño de la carrera: Ministro. 

En la actualidad sólo el ascenso a Embajador es resultado de recomendación: la propuesta formal del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores al Presidente de la República que aprueba o no la designación.

A reserva de que en próxima entrega se aborde la necesaria movilidad escalafonaria para la renovación y actualización de los cuadros profesionales, baste mencionar que la facultad constitucional del o de la titular del Poder Ejecutivo otorga un carácter permanente a dicho ascenso, en tanto que aquellos que son designados políticamente para ese puesto sólo pueden ostentar dicho título en tanto dure su comisión. En México no hay “exembajadores” se es o no, en función de una carrera y sustentada en el marco legal de la Ley del Servicio Exterior. 

De la misma manera, los funcionarios “políticos” en la Cancillería no son “diplomáticos o exdiplomáticos”, son honrosamente titulares del cargo para el que fueron designados un periodo determinado, únicamente.

¿Por qué este celo hacia las designaciones? Tanto por el esfuerzo que supone una carrera a la que se ingresa por concurso público y cuyo desarrollo depende sustancialmente de los méritos y más y más exámenes, pero también porque todo este proceso conlleva una responsabilidad sustantiva, la de representar, desde cualquier rango, al Estado mexicano. Si bien ello no es exclusivo del carácter vocacional de los diplomáticos de carrera, la representación sustantiva es la que se lleva a cabo en las mesas de negociación, en las largas sesiones multilaterales, en los contactos personales con contrapartes que permiten destrabar entuertos, explicar argumentos, convencer.

Por supuesto, un diplomático de nombramiento político también desarrolla estas actividades y usualmente lo hacen con éxito; más no hay que olvidar que esto es una profesión y si bien se le suman temporalmente colegas, la inversión en los recursos humanos profesionales le ha dado consistencia a la acción exterior de México pues el trabajo es diario y consecutivo y no sólo en el momento de la firma y la fotografía. 

Así como llegar a un convenio demanda meses o incluso años de negociaciones previas, su ejecución y seguimiento es una tarea de muy largo aliento. La investidura de nuestros diplomáticos no radica en los ropajes ni la representación en asistir a eventos sociales. 

Se trata de una profesión a la que la improvisación daña y en ocasiones por mucho tiempo. Será a los profesionales a quienes les corresponda la recomposición, ahí sí, desde su Investidura y el carácter de su Representación.

*Fundada en 1955, la Asociación del Servicio Exterior Mexicano A.C. (ASEM), es la única instancia formal de representación gremial de los miembros de carrera del Servicio Exterior Mexicano.

 

POR DAVID NÁJERA
EMBAJADOR DE MÉXICO, ACTUALMENTE PRESIDE LA ASOCIACIÓN DEL SERVICIO EXTERIOR MEXICANO

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