OJOS QUE SÍ VEN

La burla

El martes anterior por la tarde, se informó sobre el secuestro de 16 trabajadores de Ocozocoautla Chiapas pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la entidad

OPINIÓN

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Jesús Martín Mendoza / Ojos que sí ven / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La sociedad mexicana no puede permitir que el presidente mexicano se burle del dolor de las familias que viven el drama de un secuestro. Permitir que estas actitudes se normalicen, nos colocan en un camino de insensibilidad y deshumanización que llevarán, en menos de una generación, a la destrucción absoluta de nuestra sociedad. Normalizar el crimen, justificarlo con burlas, no darle la más mínima importancia, parece estar en la narrativa del “no pasa nada” pero sí pasa.

El martes anterior por la tarde, se informó sobre el secuestro de 16 trabajadores de Ocozocoautla Chiapas pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la entidad. Un grupo armado los usa, al momento en el que comparto con usted esta información, como moneda de cambio para lograr la destitución de tres funcionarios de la misma Secretaría local, bajo el argumento de que son personas corruptas (o que interfieren en sus actividades delincuenciales). El hecho que se enmarca en una oleada de acciones criminales en Chiapas al grado de mantener como víctimas al mismísimo Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, cobró gran notoriedad mediática debido a las imágenes del momento del secuestro que se conocieron en las redes sociales. Cuestionado sobre estos hechos, el presidente mexicano, en su conferencia del miércoles aseguró que giró órdenes para la ubicación de los trabajadores y envió un mensaje a los captores, a quienes les dijo: “lo mejor es que los liberen, si no, los voy a acusar con sus papás y con sus abuelos”. Inmediatamente después de esta acostumbrada y desafortunada frase, ignoró el tema y muy feliz se puso a jugar con un “peluche” de él mismo. Lo dicho por el presidente no es cosa menor. Este concepto de “acusar” a los delincuentes con su familia nuclear cuando cometen delitos lo ha mencionado en múltiples ocasiones a lo largo de su gestión, no es algo nuevo, inclusive podríamos entenderlo como parte de su política fallida en materia de seguridad de dar abrazos a los delincuentes y no enfrentarlos con la fuerza de la ley.

Hasta el momento la frase había sido tomada con humor, con sorna, como una “inocente broma”. Pero en el contexto de un secuestro de 16 personas totalmente inocentes y cuya vida corre peligro, la frase se convirtió en una muy mala broma que marcó de manera indeleble su administración, así como lo hizo aquella inolvidable frase: “a mi que no me vengan con que la ley es la ley”. El grave error de empatía le fue señalado desde afuera y desde adentro su propio círculo, tan es así, que en la conferencia de ayer jueves el presidente mexicano se mostró empático y enérgico con el hecho, al asegurar que esa ilegalidad no será permitida, que ese no es el camino y que los secuestradores enfrentarán las consecuencias de sus actos. ¿Qué necesidad había de todo esto? Es claramente notorio que López Obrador está al límite, que no hace caso de recomendaciones, que se presenta en sus matutinas para decir “ya cualquier cosa”. ¿Recuerdan quien dijo algo similar? Espero que por lo menos entienda que este tipo de errores de imagen, en este momento, ya le afectan más a sus “corcholatas” que a él mismo.

Corazón que sí siente

Millones de mexicanos buscamos un viraje en la forma de hacer política en este país. Ya probamos que la forma actual tampoco resuelve nuestros problemas, por el contrario, nos divide aún más. ¿Será consciente la oposición en su conjunto el tamaño de la responsabilidad que tienen hacia 2024?

POR JESÚS MARTÍN MENDOZA
JESUS.MARTIN.MENDOZA001@GMAIL.COM
@JESUSMARTINMX

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