Falta un año para la elección del sucesor o sucesora de Andrés Manuel López Obrador. A partir del lunes y luego de conocerse los resultados en Estado de México y Coahuila, mucha información girará en torno a los aspirantes presidenciales mientras los problemas sin solución se acumulan. El más grave es la seguridad.
Esta semana se llegó a la cifra para considerar al actual sexenio como el más violento: más de 156 mil homicidios. Y le quedan todavía 16 meses. Pero esta violencia creciente pasa inevitablemente por Guanajuato, el estado que más homicidios acumula.
En once años, los asesinatos aumentaron un 215 por ciento, ubicándolo como el estado más sangriento de todo el país en números absolutos. El control del territorio lo tienen el Cártel de Santa Rosa de Lima (cuyo fuerte es la extracción de huachicol) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (cuyo negocio principal es el narcotráfico). Las cifras son el resultado de su pelea por la plaza, aunque recientemente se han detectado actividades del Cártel de Sinaloa y facciones del Cártel del Golfo.
Y nadie está a salvo. El miércoles, Andrés Cordero Vallejo, primo del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, fue asesinado en León, enfrente de su familia. Frecuentemente surgen noticias de asesinatos, muchos llegan a ser masacres, en municipios como Celaya, Irapuato, Salamanca, Silao, Apaseo, Cortázar… el bastión panista por excelencia está en llamas ahogado por la violencia y los 32 años panistas ininterrumpidos en el poder, peligran.
En el reparto de culpas, el presidente ha sido enfático de responsabilizar al fiscal guanajuatense Carlos Zamarripa, quien lleva 14 años en el cargo y todavía permanecerá hasta completar 19. Se perfila en ser el próximo García Luna, un funcionario autónomo todopoderoso que presume ser intocable, a quien el gobernador y el congreso del estado lo respaldan a pesar de los escasos resultados para abatir el crimen y la delincuencia organizada.
Quienes no han dejado de tomar nota sobre el desastre en materia de seguridad son los guanajuatenses, ya que para 2024 empiezan a inclinarse por la alternancia y llevar al poder a Morena. El más “beneficiado” es Ricardo Sheffield, la apuesta de AMLO y actual titular de la Profeco, quien en 2021 perdió la alcaldía de León al obtener solo el 21 por ciento de los votos, pero que, en un drástico cambio, podría llegar como aspirante a la gubernatura con una preferencia de hasta el 43 por ciento, algo inédito.
El presidente volvió a culpar al pasado del número récord de homicidios en lo que va de su gestión, al calificarlo como una “mala herencia en seguridad”. La tumba del PAN, podría ser el estado donde se afianzó en el poder, pero dejando una herencia maldita.
CONTRASEÑA: Marcelo Ebrard meterá presión en el proceso de Morena para la selección de su candidato presidencial al anunciar su propuesta el próximo lunes por la tarde. Y para elevar todavía más la apuesta, se habla de su renuncia a la Cancillería en dos semanas más.
CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@carloszup
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