DR.ECHOS HUMANOS

Alcohol, volante y actuación policial

El caso de Yenin Edén es una lección para las autoridades y los ciudadanos: atender la irresponsabilidad y evitar la imprudencia al volante

OPINIÓN

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José Luis Ayoub / Dr.Echos Humanos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Cuando alguien decide beber y manejar es su plena responsabilidad. Siempre se encuentran atenuantes: no comí, mis amigos no me dejaban ir, pero, al final, beber y sus consecuencias, nos atañen directamente.

Muchas y muchos nos llegamos a tomar algunos tragos y agarramos el volante. Nada más irresponsable, sin duda, pero muchas veces, si se tiene “suerte”, logramos llegar a la etapa madura para entenderlo; en otras, la realidad nos alcanza y nos obliga, con graves consecuencias, a comprenderlo. Este es un llamado a interiorizarlo y evitarlo, sin tener que experimentarlo y perjudicarnos gravemente, y a tantas otras personas. 

Al mismo tiempo, al tomar la decisión de conducir, nos encontramos con la autoridad. En algunas ciudades con retenes, en otras, con una detención rutinaria. Todas son benéficas, ¿cuántos accidentes se habrán prevenido ya con estas intervenciones? No obstante su efectividad en la prevención, siempre es materia de estudio la forma de actuar de la autoridad. 

En ocasiones te inventan cosas, “para llevarte” o “que pagues la multa in situ y, cuando no lo permites, te remiten a probar suerte a la comandancia, donde además, conforme avanza el asunto, tu tarifa va subiendo. Siempre quedan los recursos legales que, aunque tardados, son efectivos, pero, en tanto, el viacrucis lo tienes que vivir.

Por otro lado, está la intervención de la policía cuando sí cometes una falta o accidente y, esa autoridad, en lugar de conducirse con justicia, protege al irresponsable, arregla las cosas a su favor y lo libera.

Ejemplos tenemos muchos. Como el caso en mi ciudad, Mexicali, que ha generado, primero, una muy lamentable víctima fatal por atropellamiento, la maestra Yenin Edén, de 39 años, y, al mismo tiempo, una indignación generalizada, por la posible actuación de los policías involucrados. 

Ya comentaba que quien decide conducir un vehículo, es responsable directo de sus actos. No obstante para este caso, inicialmente, la polícia municipal consideró que la víctima fue imprudente y liberó a la conductora.

Una vez más, ante la falta de eficiencia de las autoridades, las y los mexicalenses se tuvieron que organizar, alzar la voz y poner el dedo en la llaga. Su desenlace ya lo conocemos. Ante la solución alterna de reparación del daño que se alcanzó, sólo quedaría revisar el dicho del Fiscal General del Estado de Baja California de que, con la extinción penal, se cierra también la investigación a los agentes municipales involucrados. No lo creo. Si hubo señalamientos de negligencia, deben continuar las investigaciones y deslindar responsabilidades.

¿Qué aprendemos de esta terrible situación? Niñas, niños y adolescentes que están en proceso de desarrollo, llegado el momento, bajo ninguna circunstancia, tomar y manejar cualquier vehículo. La vida puede cambiar y cambiará, la de muchas otras personas, en un segundo. Padres y madres, insistamos ante el cansancio, con nuestras hijas e hijos sobre esta situación y, sobre todo, enseñemos con el ejemplo.

POR JOSÉ LUIS AYOUB

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