COLUMNA INVITADA

El método de la oposición: virtudes y riesgos

El principal problema es que, en su diseño actual, violaría la ley electoral por actos anticipados

OPINIÓN

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Guillermo Lerdo de Tejada / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

De cara a 2024, ninguna fuerza política puede, por sí misma, ganarle al lopezobradorismo; la única opción es una amplia coalición opositora. Dicha coalición, por más ciudadana que quiera ser, no puede prescindir de los partidos, y no da tiempo para experimentos independientes; pero los partidos, con un descrédito enorme y merecido, tampoco pueden ya ignorar a la ciudadanía con decisiones unilaterales y divorciadas de la pluralidad nacional.

En ese contexto, este lunes se anunció el método para definir una candidatura de unidad para competir por la Presidencia, que aglutina a los principales partidos y organizaciones civiles opositoras. Tal proceso tiene tanto ventajas como riesgos.

La principal virtud es que se cristaliza el frente ciudadano-partidista, que empezó a cobrar forma con las marchas en defensa del INE. Ello, en teoría, evita fracturas y garantiza que PAN, PRI y PRD vayan juntos a las urnas por la Presidencia y, en consecuencia, se creen las condiciones para la unidad en la mayor cantidad de competencias.

Otra ventaja es que se establecen reglas y criterios públicos para designar la candidatura. Entre otras cosas, habrá encuestas y una elección primaria para medir la competitividad de los aspirantes; se realizarán foros para dar a conocer sus propuestas y, muy importante, existirá un consejo técnico, conformado por especialistas, que validará el proceso.

El principal problema es que el método, en su diseño actual, violaría la ley electoral por actos anticipados de (pre) campaña; con ello, además de imitar los vicios del lopezobradorismo, se corre el riesgo de que haya impugnaciones que tiren candidaturas o, incluso, anulen victorias de la coalición. La construcción misma del Frente, no cumple los requisitos.

A su vez, no es claro el esquema de financiamiento que usarán aspirantes, partidos y el Frente en su conjunto. Esto podría provocar ilegalidades impugnables; además, puede generar un sesgo que favorezca a los aspirantes con más recursos económicos, aunque no sean los más competitivos. Y si bien la elección primaria es en sí una idea positiva, la integración del padrón para votar en ella deja varias dudas, y abre la puerta al acarreo partidista. Por estas y otras razones diversos aspirantes, como Claudia Ruiz Massieu o Xóchitl Gálvez, y especialistas como Ciro Murayama, han advertido sobre la necesidad de afinar el método y clarificar detalles. Ayer, sin ir muy lejos, Lilly Téllez se bajó de la contienda.

Para plantar cara al lopezobradorismo con posibilidades de éxito se requiere unidad y pragmatismo, sin duda, y en eso acierta el frente partidista-ciudadano. Pero no menos importante es cuidar la pulcritud del método, a fin de evitar que potenciales triunfos se caigan en los tribunales, así como para garantizar una competencia que ofrezca piso parejo razonable, de donde salga el perfil más competitivo. El Frente Amplio por México es un logro, pero la ciudadanía, que tiene el mérito de haber presionado por su conformación, no debe dejar de exigir, sobre todo a partidos, los más altos estándares.

POR GUILLERMO LERDO DE TEJADA SERVITJE

COLABORADOR

@GUILLERMOLERDO

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