COLUMNA INVITADA

SDSN: el mundo perdió la brújula

El Informe de SDSN de 2023 fue publicado la semana pasada. Su contenido es muy inquietante. El mundo no va bien. No estamos transitando hacia un desarrollo más sostenible, más incluyente, más humano

OPINIÓN

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Miguel Ruiz Cabañas / Política y Diplomacia Sostenible / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (Sustainable Development Solutions Network, SDSN, por sus siglas en inglés), que reúne a más de 1400 universidades de todo el mundo, fue creada en 2012 por un grupo de expertos en políticas de desarrollo, liderados por el Profesor Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia, en Nueva York. El entonces secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, nombró a SDSN como entidad asesora. Actualmente, SDSN es la red de universidades comprometidas con el desarrollo sostenible más grande e influyente del mundo. El capítulo SDSN México, coordinado por la UNAM y el Tec de Monterrey, cuenta con 94 miembros, entre universidades y centros de investigación. 

Cada año, a partir de 2016, un grupo de especialistas de SDSN elabora el “Informe sobre Desarrollo Sostenible”, para medir el progreso de la comunidad internacional, y de cada país, en la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas. Después de casi tres años de una negociación ejemplar, -abierta, democrática y transparente- los ODS fueron aprobados, por unanimidad, en septiembre de 2015, por los 193 estados miembros de la Asamblea General de la ONU. 

Los ODS están alineados con los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas (paz y seguridad internacionales, desarrollo económico y social, y protección de los derechos humanos de todas las personas), y con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Son la síntesis y expresión contemporánea del humanismo más auténtico. Aunque los ODS no son un tratado internacional jurídicamente vinculante, obligatorio para todos los países, se han convertido en la hoja de ruta del desarrollo sostenible a nivel local, estatal, nacional e internacional. 

Vale la pena recordar la alta ambición de los ODS: fin de la pobreza extrema, el hambre y la malnutrición; acceso a la salud y educación de calidad; igualdad de género; energías accesibles y no contaminantes; trabajo decente y crecimiento económico; innovación e infraestructura; reducción de las desigualdades al interior de los países y entre países; ciudades sostenibles; producción y consumo responsables; combate al cambio climático; protección de la biodiversidad marítima y terrestre; paz, justicia, estado de derecho e instituciones sólidas, y alianzas a todos los niveles para alcanzar los Objetivos hacia septiembre de 2030. Los inspira un espíritu de inclusión: ninguna persona debe quedar fuera del desarrollo sostenible.

El Informe de SDSN de 2023 fue publicado la semana pasada. Su contenido es muy inquietante. El mundo no va bien. No estamos transitando hacia un desarrollo más sostenible, más incluyente, más humano. La humanidad ha perdido la brújula. Por cuarto año consecutivo, desde el inicio de la pandemia del COVID19 en 2020, el mundo no registra progresos significativos en ninguno de los 17 ODS. 

Los avances alcanzados entre 2015 y 2019 prácticamente fueron borrados por la pandemia, la crisis económica, los conflictos violentos, especialmente la guerra en Ucrania, y la emergencia climática global, que en este verano está produciendo intensas olas de calor, sequías sin precedente y crisis alimentarias en muchos países. El informe puede consultarse en https://s3.amazonaws.com/sustainabledevelopment.report/2023/2023-sustainable-development-report.pdf 

El Informe destaca que en los países de altos ingresos el gasto público y los sistemas de protección social mitigaron significativamente los efectos de las crisis mencionadas, pero esos mismos países están haciendo muy poco para reducir sus emisiones de gases efecto invernadero, combatir el cambio climático y la preservación de la biodiversidad. En contraste, los países de ingresos medios y de bajos ingresos, han visto una seria reducción de su capacidad para movilizar la inversión pública y promover los ODS con recursos fiscales, porque muchos se endeudaron para paliar la pandemia y sus efectos. 

El Informe reitera que el desarrollo sostenible es, en última instancia, una agenda para la inversión. Por ello, pide la aprobación formal de la propuesta del secretario general de la ONU de impulsar los ODS con acciones inmediatas, como la renegociación de la deuda externa de corto plazo de los países de bajos ingresos, y un incremento exponencial del financiamiento para proyectos sostenibles en países en desarrollo. https://www.un.org/sustainabledevelopment/wp-content/uploads/2023/02/SDG-Stimulus-to-Deliver-Agenda-2030.pdf 

Como en años anteriores, el Informe de SDSN de 2023 también contiene una lista de posiciones (ranking) de los 166 países analizados. Aunque el Informe reconoce que el estado mexicano cuenta con una institucionalidad y políticas públicas favorables para la implementación de algunos de los ODS, en el último año México descendió en la clasificación general, al pasar del lugar 74 al 80, por debajo de la mayoría de los países latinoamericanos. Entre otros hallazgos, el Informe considera que México ha empeorado en el ODS 16, paz, justicia y estado de derecho, y en la conservación de la biodiversidad marítima y terrestre (ODS 14 y 15).

POR MIGUEL RUIZ CABAÑAS ES DIRECTOR DE LA INICIATIVA SOBRE LOS ODS EN EL TEC DE MONTERREY

@MIGUELRCABANAS

MIGUEL.RUIZCABANAS@TEC.MX

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