NOTAS SIN PAUTA

Batucada mañanera

El desaseo, la falta de técnica jurídica y la mala praxis legislativa, ha traído como consecuencia

OPINIÓN

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Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El desaseo, la falta de técnica jurídica y la mala praxis legislativa, ha traído como consecuencia que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador vea fracasar proyectos de reforma o decisiones que chocan contra principios constitucionales.

Que opositores o poderes autónomos acudan a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es el paso natural por las carencias de los proyectos e inclusive de los procesos legislativos. El “Plan B” de la Reforma Electoral lopezobradorista es ejemplo claro y reciente, pero no el único.

Sólo en 2023, a punto de concluir el primer semestre, se acumulan 360 controversias constitucionales y 135 acciones de inconstitucionalidad, que mayoritariamente se relacionan con el llamado Plan B y con actos del Ejecutivo.

La dimensión de lo que el Plan B concitó, se puede medir con facilidad: se trata de una de las reformas más impugnadas de la historia sino es que la más. Las condiciones de litigiosidad son mayores si se toma en cuenta la cantidad de amparos que se han interpuesto contra aquello que de ese ordenamiento perturba la esfera de intereses de particulares.

Nunca como hasta ahora --ni siquiera durante el período de reformas realizado por el gobierno de Enrique Peña Nieto producto del Pacto por México que tantas inconformidades políticas y sociales generó-- la SCJN registró tantos asuntos controversiales entre poderes, órdenes de gobierno, órganos autónomos y entidades públicas, como en el actual sexenio.

De 2019 a 2022, el Máximo Tribunal recibió mil 82 controversias constitucionales y 811 acciones de inconstitucionalidad, una estadística que incluye no sólo al gobierno de la República sino también a estados y municipios, o bien, congresos locales, dominados por Morena y sus aliados, el PT, el PVEM y, en su momento el PES.

En suma y sin considerar las cascadas de amparos demandados desde el período de transición en 2018, la autonombrada 4T suma mil 442 controversias constitucionales y 946 acciones de inconstitucionalidad. Esa dimensión de transgresiones presuntas o firmes, a distintos niveles, ha tenido momentos de retórica presidencial que conmueven a los ciudadanos que simpatizan con el régimen: “no me salgan con que la ley es la ley”, “entre la justicia y el derecho, prefiero la justicia” o, ya de plano, “los ministros son conservadores”, identificándolos con la oposición y un “conjunto de intereses creados” que apuntan a un sector (que no a todos) de los magnates de México.

El aparente y declarado desprecio por el derecho es lo que origina el desbordamiento discursivo de las oposiciones que acusan ánimos dictatoriales, autoritarismo y regresión democrática. Empero la 4T no es tal, pues a final de cuentas, las decisiones de la SCJN son acatadas por el presidente López Obrador.

En tanto, ese acatamiento queda marcado por el talante pendenciero hacia los “adversarios” del régimen con tan buen tino que ha hecho suponer que el dsaseo jurídico de la 4T es deliberado y tiene por objetivo generar polémicas, construir un enemigo y ganar puntos y popularidad en el debate público.

Una vez más el “Plan B” es prueba de ello: una mala práxis legislativa que impidió a los ministros llegar al fondo y declararon la nulidad de los dos paquetes de reformas; con eso, inició el discursivo “Plan C” que no es otra cosa que la promoción de la continuidad de cara a la sucesión presidencial de 2024.

Así ha sido con los salarios del Poder Judicial y los órganos autónomos; con la apuesta por la militarización formal en la Guardia Nacional; con la reforma eléctrica que no fue; con el INAI.

Acaso, como el sexenio, la fórmula se está agotando y empieza a generar cuestionamientos en la propia 4T, tan claros y contundentes como los de los senadores Olga Sánchez Cordero y el flamante sustituto de Ricardo Monreal, Alejandro Rojas Díaz Durán.

Quizás donde aun no terminan de comprender los juegos del Presidente es en sus oposiciones, reactivas y peleadoras en tribunales, que terminan bailando el son que se les toca al ritmo de batucada mañanera.

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
COLABORADOR HERALDO RADIO
@ARTURO_RDGZ

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