COLUMNA INVITADA

¿Se Gastó El Sistema?

Los miembros de la OMC deben hacer frente a las presiones de la fragmentación económica mundial, que sería costosa y podría debilitar la resiliencia de los países que más lo necesitan

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Reglobalización o desglobalización? He ahí la cuestión. No es un secreto que la globalización ha traído consigo la desilusión de millones de personas en el planeta, sobre todo por las brechas de desigualdad que ha abierto ya no solo entre países ricos y los que están en desarrollo, sino dentro de los países más industrializados ha aumentado la pobreza mientras el capital se concentra en pocas manos. 

El premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz fue uno de los primeros teóricos del desencanto de la globalización en su libro: “El malestar en la globalización” donde sostiene que la globalización, en sí, no es buena ni mala: si beneficia o golpea a los países y a sus habitantes, depende exclusivamente de sus administradores y árbitros. 

Critica a las instituciones económicas mundiales que recomendaron aplicar políticas desacertadas y estándares que sólo colaboraron a exacerbar las crisis y llevar al mundo al borde de un colapso económico global hundiendo a millones de personas en la pobreza. 

Su sentencia era clara: “la globalización, por lo menos para los pobres del mundo, no funciona. Y, aunque para algunos la solución sea abandonar la globalización, esto no es factible. La globalización ha llegado para quedarse: ha producido grandes beneficios y ha propiciado que la sociedad civil global luche por la instauración en todo el mundo de la democracia. Entonces, parte del problema de la globalización radica en sus árbitros: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio a los que hay que rediseñar”. 

Ahora, la Directora General de la Organización Mundial de Comercio, Okonjo-Iweala, señala que el aumento de las tensiones geopolíticas y las constantes crisis de los últimos años (la pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania, el cambio climático y las consiguientes perturbaciones del comercio) han suscitado dudas sobre si el sistema multilateral de comercio sigue funcionando. 

“Mi respuesta es: Sí, el sistema funciona. Sí, algunas partes necesitan ser reparadas. Necesitamos arreglar lo que necesita arreglarse. No necesitamos tirar al bebé con el agua del baño”, afirmó. 

Sin duda la OMC ha mejorado con el Acuerdo de Facilitación del Comercio que reduce los trámites burocráticos y abarata y agiliza el transporte de mercancías a través de las fronteras. Pero, el sistema de solución de controversias todavía necesita arreglos para brindar certeza. 

Y afirma que la mayor amenaza inminente es la desglobalización y la fragmentación del comercio. De hecho los economistas de la OMC han advertido que un desacoplamiento de la economía mundial en dos bloques rivales reduciría el PIB mundial a largo plazo en más del 5 por ciento, siendo las economías en desarrollo y menos desarrolladas las más perjudicadas. 

Por ello, dice que los miembros de la OMC deben hacer frente a las presiones de la fragmentación económica mundial, que sería costosa y podría debilitar la resiliencia de los países que más lo necesitan. "Un mejor camino a seguir es lo que llamamos 'reglobalización': mercados más profundos y desconcentrados, logrados al traer a más personas y lugares de los márgenes de la economía global a la corriente principal". 

Con esto, la directora general vuelve a llamar a los líderes empresariales a seguir defendiendo la cooperación multilateral en el comercio, las "empresas y cámaras que ustedes dirigen están en el centro para hacer que el comercio funcione mejor para las personas y el planeta", puntualizó. 

Así el escenario actual de la OMC a la que llegará el recién nombrado embajador de México y extitular de la Agencia Nacional de Aduanas, Rafael Marín Mollinedo. Es hora de sumar y de lograr la transformación de la OMC para generar prosperidad y cerrar estas brechas que llevan a la desilusión. Estamos a tiempo. 

POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A.
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR 
@IGNAQUIZ


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