TECHOS DE CRISTAL

Pobreza: ¿Cara de mujer?

Es común escuchar que el 70 por ciento de las personas en el mundo que viven en pobreza extrema son mujeres

OPINIÓN

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María Milo / Techos de Cristal / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

A pesar de que las investigadoras del Banco Mundial han desmentido este dato, la estadística es utilizada para reforzar la idea de que las mujeres están más expuestas a sufrir pobreza en comparación con los hombres.

De acuerdo con la información del Banco Mundial, las mujeres representan alrededor del 50 por ciento, y no el 70 por ciento, de las personas que viven en pobreza extrema a nivel global. Lo que es una realidad es que los efectos de la pobreza no son neutrales cuando hablamos de género.

La falta de recursos por parte de las mujeres disminuye su capacidad de adaptación, colocándolas en una situación de mayor vulnerabilidad que las obliga a depender de prácticas poco sostenibles para mantener a sus familias. Además, suelen verse mucho más afectadas por situaciones como la escasez de agua, alimento y combustible, debido a que son quienes se encargan de las tareas domésticas.

No es coincidencia que, de acuerdo con ONU Mujeres, Europa y Asia Central, las regiones con la tasa de pobreza extrema más baja también tengan la brecha de género más reducida. Mientras que África subsahariana, hogar de la mayoría de los pobres extremos del mundo, cuenta con la brecha de género más grande.

Asimismo, las mujeres tienen menos poder político y económico que los hombres. Por lo que la escasez, la exclusión social, la distancia a las instalaciones escolares y la educación de baja calidad, crean desventajas todavía mayores cuando van acompañadas de la desigualdad entre géneros.

Por esto, se requieren figuras femeninas en puestos de liderazgo. Es necesaria una mayor diversidad de líderes para combatir la homogeneidad de ideas. Estar adecuadamente representadas permitiría crear estrategias de adaptación con perspectiva de género.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), si 8.2 millones de mujeres se suman a la economía del país, para el año 2030, el Producto Interno Bruto (PIB) de México podría elevarse en un 15 por ciento a comparación del 2020. El incremento de la participación femenina daría paso a un crecimiento económico importante, porque cuando las mujeres prosperan, las organizaciones y las naciones progresan.

En marzo de 2015, CNN publicó un artículo de noticias titulado “Aún faltan: mujeres líderes empresariales”, afirmando que el número de futuras líderes era “alarmantemente bajo”. Esto expuso otro problema: la falta de mentoras y modelos a seguir para las mujeres. Ocho años después de esta publicación, sigue habiendo pocas líderes femeninas, pero también es importante afirmar que ya existen varias, y no debemos olvidarnos de ellas.

A medida que el número de líderes femeninas aumenta y rompe las barreras del techo de cristal, las mujeres en puestos de liderazgo deben tener visibilidad, y trabajar para demostrar que siempre hay otra forma de hacer las cosas.

No se trata de lograr que la pobreza sea más equitativa entre mujeres y hombres, sino de garantizar que las estrategias para acabar con ella tomen a todos en cuenta por igual.

Por María Milo
BLOG: www.mariamilo.mx
IG: @mariaamilo

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