A la llegada de Andrés Manuel López Obrador en el 2018, grupos conservadores, dolidos tras perder el poder, le auguraban que la economía se iba a derrumbar y el precio del dólar se dispararía a 25 pesos, incluso los más radicales lo situaban en 30 pesos por cada billete verde a mitad del actual sexenio.
Por fortuna, sólo fueron malos augurios basados no en estudios serios, sino en deseos viscerales, ya que cuatro años después el peso mexicano es la moneda más fuerte de América Latina y una de las más cotizadas en todo mundo.
Por poner un ejemplo, hoy el súper peso mexicano, (como ya es llamado por especialistas) se ha fortalecido en lo que va del sexenio a tal grado que le ha ganado terreno al dolar estadounidense al cotizarse en 17.16 pesos y las expectativas señalan que a final del año puede alcanzar los 16 pesos por unidad, lo que refleja un buen ambiente de certidumbre económica en el país.
Para dimensionar estos datos, en diciembre de 2018, López Obrador recibió un dólar cotizado en 20.34 pesos, pero en los últimos cuatro años nuestra moneda se ha fortalecido un 30%, cifra poco vista a lo largo de la historia, lo que ha dejado con la boca cerrada a quienes aseguraban lo contrario, pues de eso ya no hablan y creo que ya ni se acuerdan de sus pésimas predicciones.
Pero lo anterior, ¿en qué nos beneficia a los mexicanos? Economistas de la UNAM destacan que el fortalecimiento del peso además de ser atractivo para empresas generadoras de empleo, también reduce las presiones inflacionarias y abarata las importaciones, lo que es muy importante para la economía mexicana al importar alimentos, bienes intermedios, manufacturas, maquinaría, equipo y bienes de consume, así como servicios, entre otros beneficios.
Al crecer el volumen de importaciones existe una mayor disponibilidad de mercancías extranjeras en el comercio del país, lo que impulsa el mercado interno y con ello se generan empleos y se robustece el poder adquisitivo de los mexicanos, es decir, la capacidad de compra.
Incluso, medios financieros estadounidenses han señalado que la fuerza del peso mexicano es reflejo del periodo de cambio, que inició nuestra economía a partir del 2018, algo que no se había visto en las últimas dos décadas.
Incluso, gracias a la estabilidad de la moneda mexicana, se ha incrementado la inversión extranjera al recibir en el primer trimestre de 2022 una inversión cercana a los 19 mil 400 millones de dólares.
Y de continuar con este ritmo económico, el gobierno de la Cuarta Transformación estaría cimentando las condiciones para que nuestro país pueda beneficiarse con otro “milagro mexicano”, por cierto, tan prometido por los neoliberales, quienes a pesar de que estuvieron más de 35 años en el poder, dicho periodo de bonanza nunca llegó.
POR JULIO CÉSAR MORENO
DIPUTADO FEDERAL DE MORENA
@JULIOC_MORENO
LSN