COLUMNA INVITADA

“Las Campanas del Cielo”: homenaje a la riqueza multicultural de América Latina y el Caribe

La Catedral nos abrió sus puertas, recinto arquitectónico en el que el sincretismo habla y resuena en cada uno de sus rincones, recordándonos la significancia de este espacio como punto de encuentro y reflexión en el que prevalecen la hermandad y la solidaridad

OPINIÓN

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Maximiliano Reyes Zúñiga / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Al descubrir al libertador, el pueblo sintió una embriaguez de entusiasmo. 

Los gritos atronaban el aire y se mezclaban en concierto  

con los ecos de las músicas, con los repiques de las campanas. 

Vicente Riva Palacio  

 

Los vínculos históricos y culturales que nos unen como países latinoamericanos y caribeños son motivo de orgullo constante. Por ello, la Subsecretaría para América Latina y el Caribe busca refrendar dichos lazos no sólo a través de la profundización del diálogo político, sino también mediante la consolidación de un programa cultural que enaltezca nuestras tradiciones y costumbres, al reconocer que en esa riqueza radica una de nuestras principales fortalezas.     

En ese contexto, el día de ayer se llevó a cabo el concierto “Las Campanas del Cielo” en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, evento que reunió a países miembros del Grupo de América Latina y el Caribe (Grulac), así como a otras naciones hermanas y socios aliados, que han contribuido a tender puentes frente a los retos vigentes y que nos urgen a trabajar de manera conjunta. 

La Catedral nos abrió sus puertas, recinto arquitectónico en el que el sincretismo habla y resuena en cada uno de sus rincones, recordándonos la significancia de este espacio como punto de encuentro y reflexión en el que prevalecen la hermandad y la solidaridad, valores que nos animan a seguir estableciendo nuevas vías de colaboración en beneficio de nuestros pueblos. 

Como patrimonio vivo, la Catedral encarna, además, el encuentro entre el pasado y el futuro, una constante siempre presente en la vida de los países latinoamericanos y caribeños, que nos habla de valores compartidos a lo largo de los años, pero que también nos conduce por senderos de reconfiguración y replanteamiento de nuestros objetivos como región.  

En este punto, vale la pena plasmar algunos de los aspectos más relevantes de la Catedral Metropolitana, la cual cuenta con dos torres que conservan un total de 35 campanas (23 en la torre oriental, once en la occidental y una más en el nicho cerca del coro). Cada campana tiene su nombre y algunas incluso son reconocidas por anécdotas que datan de hace épocas. Se dice, pues, que la primera campana fue fundida a partir de un cañón que Hernán Cortés donó para crearla. Por otro lado, la campana más grande –de 13 toneladas– se llama “Santa María de Guadalupe” y presenta un relieve con la imagen de ésta. Finalmente, la campana más reciente fue hecha en 2002 para festejar la canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin.   

Durante siglos, este espacio ha sido testigo de momentos clave para México, en que las campanas repicaron si cesar. Por ejemplo, el 27 de septiembre de 1821, el pueblo mexicano, entre gritos de celebración y al son de las campanas de la Catedral, dio la bienvenida al Ejército Trigarante, en su entrada triunfal tras conseguir la independencia de nuestro país, imagen que sin duda quedó grabada en la memoria de México y de la región. De la misma forma, en el bicentenario de este último hecho histórico, el sonido de las campanas repicó en el Zócalo capitalino.    

Las campanas de esta Catedral son guardianas de nuestra memoria colectiva y símbolos vivos de nuestra identidad, que se entrelaza con comunidades más allá de nuestras fronteras. Históricamente, este espacio ha unido a personas de distintos orígenes y nacionalidades. De ahí la importancia de resaltar este evento, el cual celebra la multiculturalidad y multietnicidad, tesoros invaluables de nuestra región.  

 

POR MAXIMILIANO REYES ZÚÑIGA

@MAXIMILIANOREYZ

SUBSECRETARIO PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE DE LA SRE

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