En los últimos meses, pero sobre todo en las últimas semanas vimos la manifestación de prácticas políticas que creíamos olvidadas y que nunca más volveríamos a vivir, me refiero al dedazo, a la cargada y al desdén con que un gobernante mira a sus gobernados y los abandona para aspirar a un nuevo cargo sin importar que deje tirada la casa, esa que prometió cuidar.
Desde luego que la aspiración de convertirse en presidente de un país no tiene nada de malo, el detalle está en los cómo, particularmente cuando quienes pretenden gobernar a México se olvidan de sus principios, sus promesas y se caen en todo aquello que criticaron y juraron que jamás harían.
Así es como muchas personas opinan y miran a Claudia Sheinbaum, una mujer que se vendió como de izquierda, diferente, comprometida con la gente y de la que poco a poco hemos ido descubriendo su verdadero talante, el de la ambición y el deseo de saltar de un cargo para otro sin importan nada.
Desde luego que Sheinbaum tiene derecho a tener aspiraciones políticas, como cualquier persona, eso es muy válido y entendible, sobre todo si su gestión hubiera sido excelente y sólo tuviera logros que presumir, en su lugar lo que tenemos es a una funcionaria que deja la ciudad en malas condiciones, con un Sistema de Transporte Colectivo Metro con un servicio pésimo, que cuando no falla en su sistema eléctrico o rodamiento, explota, se inunda, retrasa su servicio o se cae.
Hoy por hoy la columna vertebral del transporte público de la ciudad está en terapia intensiva con un pésimo servicio que provoca que todo aquel que puede opte por utilizar otros medios para trasladarse en la ciudad, porque subir al Metro representa perder tiempo y poner en riesgo la vida. Frente a las malas condiciones de la red del Metro de poco o nada sirve que Sheinbaum haya construido el cablebus, haya adquirido nuevas unidades de trolebuses o haya sustituido microbuses,
Por eso sorprende su solicitud de licencia para competir por la presidencia, cuando la ciudad está sumida en una de las peores crisis de seguridad, aunque las cifras digan lo contrario.
La pregunta es qué hizo el gobierno con el presupuesto de casi cinco años, porqué en lugar de gastar en propaganda, en el cambio de imagen, conciertos y acciones que sólo generan percepción de manera falsa, no se invirtió en aquellos que los chilangos esperaban. Porque el abandono de la ciudad tiene muchas aristas más como los feminicidios y desapariciones de mujeres que tampoco logró frenar.
Eso sí lo que vemos muy claro en la ciudad son bardas perfectamente pintadas con el nombre de Es Claudia, sin que nadie cuestione la propaganda personalizada, ni le pida cuentas de dónde sale el dinero para esos gastos, porque esas conductas son sancionables en la Constitución Política y hasta la fecha nadie vigila que se cumplan.
Por eso en el PRD presentamos una queja ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México donde se solicita que se le dicten medidas cautelares y que se acredite el seguimiento que se le dará a los actos anticipados de campaña, porque lo que hasta ahora hemos visto es una contienda desleal no solo contra quienes están pretendiendo ocupar el puesto de su propio partido, sino también contra quienes pertenecemos a otros partidos políticos y que estamos siguiendo las normas y estamos dentro de la ley.
Vamos a ver si el Instituto Electoral hace cumplir la ley o por temor acuerda y se hace como el que no ve ni oye nada de las conductas irregulares de nuestra flamante ex jefa de gobierno.
POR KAREN QUIROGA ANGUIANO
Secretaria Nacional de Igualdad de Género del PRD
@KarenQuirogaAn
MAAZ