LA ENCERRONA

El (mal) ejemplo de Trump

“Voy a hacer cumplir todas las leyes relativas a la protección de información clasificada” Donald Trump (a Hillary Clinton en 2016)

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La situación de Estados Unidos actualmente es muy distinta que hace un lustro. La crisis económica e inflacionaria aún no cesa, crisis en salud, en educación, en seguridad interna (la frecuencia de ataques de odio se ha incrementado), además del conflicto siempre latente con Rusia, una batalla comercial por insumos e innovación tecnológica con China y su credibilidad diezmada ante los ojos del mundo. Muchas de estas crisis son herencia del presidente número 45, Donald Trump, quien cometió muchos errores económicos, financieros y de salud durante la pandemia, intentó desmantelar la fuerza estadounidense en los organismos internacionales, además de azuzar la polarización y violencia en su país.

Lo anterior hasta el más ciego lo puede ver. Republicanos, demócratas, apartidistas, dentro y fuera de las fronteras estadounidenses, saben que Trump le ha hecho mucho daño a la confianza de las instituciones y del Estado de derecho, incluso a la democracia misma. Sin embargo, con todas estas evidencias, el magnate neoyorquino conserva -e incrementa- sus seguidores, muchos de ellos los que incendian las redes a su favor y algunos de ellos del perfil de quienes irrumpieron en el Capitolio aquel 6 de enero de 2021. Popularidad que desde que existe la acusación formal de 37 cargos por retener cientos de documentos clasificados y luego obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlos, ha aumentado hasta alcanzar 67 %, cifra impensable bajo sus circunstancias.

Incluso, mientras escribo estas líneas se lleva a cabo la audiencia judicial en una corte federal de Miami, Florida y el arribo del ex presidente Trump fue entre vítores por parte de sus fanáticos, mismo que aún no comprenden que esta acusación podría ser lapidaria para las aspiraciones de un segundo mandato a cargo del millonario. La investigación es liderada por el fiscal especial Jack Smith y los cargos que se le imputan son haber sustraído documentos clasificados y llevarlos a su residencia en Mar-a-Lago, mismos que incluían información sobre las capacidades de defensa y armas tanto de Estados Unidos como de países extranjeros; programas nucleares de Estados Unidos; vulnerabilidades potenciales de Estados Unidos y sus aliados a un ataque militar; así como planes para posibles represalias en respuesta a un ataque extranjero.

En el transcurso de la audiencia, el juez Jonathan Goodman leyó los 37 cargos, los cuales podrían alcanzar la pena de 20 años de cárcel y hasta 250 mil dólares, empero la respuesta del abogado de Trump fue: not guilty. Sin embargo el gran jurado y el juez le han notificado su calidad de procesado y bajo arresto. Ya veremos si Trump será el primer ex presidente en pisar la cárcel o si, como dice, es una “cacería de brujas” perpetrada por los demócratas para impedir su carrera presidencial.

Más allá del fallo de las autoridades competentes, el caso de Trump es un parteaguas en la política estadounidense y mundial. Un personaje con recursos vastos, irreverente, violento, con miles de fanáticos, antisistémico, xenófobo y con nada de respeto a las instituciones ni al Estado de derecho. Un personaje que le hace mucho daño a la democracia y a la reivindicación de la política, un personaje que quiere volver a la Casa Blanca, con todas sus malas prácticas y mala política. Muchos políticos alrededor del orbe han tomado su ejemplo -como candidato y como presidente en funciones- porque les parece un “nueva postura” política, esperemos que esa misma corriente de “hacer política” observe todas sus falencias y se atemperen.

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

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