COLUMNA INVITADA

La responsabilidad social en la empresa, el camino hacia el desarrollo común

Las mujeres empresarias, por naturaleza propia somos más empáticas y poseemos una inteligencia emocional más desarrollada, lo que nos hace más sensibles ante la relevancia de construir una mejor sociedad

OPINIÓN

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Zaira Zepeda / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: El Heraldo de México

Innovar y generar ideas de negocio rentables ya no es suficiente, y es que la perspectiva apunta a que las empresas den los pasos necesarios para generar una verdadera cultura de responsabilidad social. No se trata de atender causas de manera temporal, sino de procurar necesidades constantes de la comunidad, priorizando las necesidades de sus trabajadores y sus familias, para después extenderlas al exterior. 

Las grandes empresas, a través de su área de Responsabilidad Social Corporativa, comienzan la implementación de diferentes esfuerzos, como: la promoción de una cultura empresarial basada en valores éticos y un ambiente de trabajo positivo; la conciliación de la carga de trabajo y la vida personal de los empleados; la promoción del desarrollo profesional del equipo interno, así como el bienestar y la salud de todos los colaboradores. Lo anterior, como parte de los estándares sociales que se han logrado establecer.

El ejemplo de los grandes corporativos es claro; ahora bien, las Pymes no necesitamos de esta misma estructura para apostar por la responsabilidad social, ya que en la organización se pueden lograr cambios importantes en la vida de los colaboradores, que se extenderán a sus familias y sucesivamente a su comunidad. Los pasos a seguir dependerán de la filosofía y valores de cada empresa.

La responsabilidad social empresarial puede manifestarse de diferentes formas, entre las iniciativas más conocidas, destacan: donaciones a organizaciones no gubernamentales, voluntariados, equidad salarial, programas de reciclaje, implementación de energía renovable, optimización de cadenas de suministro, entre otras.

Las mujeres empresarias, por naturaleza propia, somos más empáticas y poseemos una inteligencia emocional más desarrollada, lo que nos hace más sensibles ante la relevancia de construir una mejor sociedad, y es a través de incorporación de pequeños cambios en nuestras Pymes que hemos descubierto cómo incorporar el sentido social dentro de la estructura en nuestras empresas generando un impacto positivo interno. ¿Cómo? Por medio de establecer horarios flexibles, proporcionar apoyo psicológico, fomentar horarios para actividades físicas, dar acceso a herramientas de coaching, y más. Lo anterior dará como resultado un efecto transformador a gran escala y sus resultados serán trascendentales para la vida de nuestros colaboradores. Sin dejar de lado las donaciones y voluntariados que como empresa participamos.

La responsabilidad social ejercida a través de todo lo anterior pondrá de manifiesto que los resultados de buscar bienestar traerán, en consecuencia, resultados trascendentales para la vida económica de nuestro país.

POR ZAIRA ZEPEDA
MENTE.MUJER@ELHERALDODEMEXICO.COM

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