ARTICULISTA

Eduardo Terrazas. Equilibrio múltiple

El artista jalisciense ha generado encuentros simbólicos y reflexivos entre los lenguajes del arte, el diseño y la arquitectura, con el objetivo de proponer otras formas de ver el mundo, el cosmos y la realidad

OPINIÓN

·
Créditos: Especial

A lo largo de cinco décadas, Eduardo Terrazas (Guadalajara, Jalisco, 1936) se ha ocupado de proyectar espacios, imágenes y situaciones que contribuyen a crear una conciencia de nuestra relación con el entorno.

El artista jalisciense ha generado encuentros simbólicos y reflexivos entre los lenguajes del arte, el diseño y la arquitectura, con el objetivo de proponer otras formas de ver el mundo, el cosmos y la realidad. Su formación como arquitecto lo llevó a viajar por diferentes países y a relacionarse de una manera natural con el mundo del arte, su práctica creativa ha sido multidisciplinaria: no sólo se ha involucrado con la pintura y el diseño gráfico, sino también con el urbanismo. 

A finales de los años sesenta, cuando Pedro Ramírez Vázquez lo invitó a formar parte del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada, junto con un nutrido equipo multidisciplinario en el que Terrazas fungió como director artístico y coordinador del Programa de Identidad Olímpica, fusionó por primera vez el lenguaje visual de la artesanía mexicana con la modernidad. El resultado fue el emblemático logotipo de México 68 trazado en círculos concéntricos, que estuvo inspirado en las tradicionales tablas huicholas, hechas a base de hebras de lana y cera de Campeche. 

En esa época conoció al artesano Santos Motoapohua de la Torre con quien inició una relación de colaboración durante las siguientes décadas. De él observó y aprendió la técnica que los huicholes usan para plasmar escenas relacionadas con dioses y símbolos de su cosmogonía, y con una geometría sagrada que emerge de trances y estados meditativos. Lo que le llamó la atención de este trabajo fue su producción manual, su carácter irrepetible y el acto meditativo que conlleva. A partir de ese momento y hasta la actualidad, Terrazas continuó explorando y adaptando las texturas, los colores y las formas de esta artesanía al contexto contemporáneo y a las posibilidades de la geometría, entendida como un idioma con el que se puede explicar a la naturaleza.  En este encuentro, se dio un acompañamiento de ida y vuelta desde un pensamiento creativo que evita el folclorismo.

Concebida como una retrospectiva del artista que muestra al público sus obras desde los años sesenta hasta el presente, la exposición Eduardo Terrazas. Equilibrio múltiple. Obras y proyectos (1968-2023), recientemente inaugurada en el Museo del Palacio de Bellas Artes, ofrece una perspectiva amplia de su producción, considerando algunos proyectos de escala urbana, así como varias series de piezas bidimensionales, incluyendo algunos trabajos centrados en el análisis e investigación de problemáticas sociales. La exposición está organizada en cuatro secciones que nos permiten un recorrido temático por la obra del artista: Entornos urbanos, Tablas, Posibilidades de una estructura y Todo depende de todos.

Con un sentido de innovación que busca reconciliar lo local y lo tradicional con el arte contemporáneo, la actualidad de las obras de Eduardo Terrazas tiene que ver con una intención muy clara de aportar al mundo al que pertenece una conciencia de responsabilidad con los demás y con el lugar que habitamos; su obra intenta articular situaciones de socialización para reflexionar sobre distintas problemáticas que constituyen riesgos para el desarrollo de la vida humana en el planeta.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP

@BERNIENOVAL

@MUSTWANTEDG

LSN