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El aforo en los comicios del domingo pasado fue muy bajo. Las explicaciones de la comentocracia

OPINIÓN

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Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El aforo en los comicios del domingo pasado fue muy bajo. Las explicaciones de la comentocracia sobre las causas que explican los altos índices de abstencionismo son muchas y van desde las que argumentan que la campaña no entusiasmo a los ciudadanos hasta las que reconocen que el desdén y la apatía son el balasto del electorado clasemediero.

Cómo y por qué los ciudadanos deciden acudir a las urnas y cuál es el sentido de su voto, se ha convertido en una de las preguntas más exploradas de la Ciencia Política. El voto se ha estudiado desde varias perspectivas. El enfoque sociológico intenta explicar el fenómeno a partir de factores de pertenencia a un grupo social, ya sea definido por el ingreso, la edad, el nivel educativo o el origen étnico. Por ejemplo, en México se creía que en las áreas más afluentes se daba obligadamente una mayor participación.

Si bien votar puede no ser racional desde la perspectiva de un individuo egoísta, una alta participación es del interés de grupos de ideas afines. Por ejemplo, si los mexicanos de clase media votaran, lograrían una mayor representación política y la política pública cambiaría a su favor. Esto Marx lo llama el verdadero interés de clase.

Sin embargo, votar requiere tiempo e información, y hay pocas posibilidades de que un voto cambie el resultado de una elección. Así, la participación electoral plantea un problema clásico de acción colectiva (Olson, 1965). Desde una perspectiva de elección racional los electores asistirán a las urnas si consideran que su voto será pivotal, es decir, que las elecciones sean tan competidas que se eleva el peso relativo de su voto para definir el resultado de la elección.

La retórica de la elección racional argumenta que los electores asistirán a las urnas si los beneficios esperados de votar son mayores a los costos, es decir, hay un costo de oportunidad. En México los costos de ir a votar son muy bajos: el día de los comicios son en domingo, es relativamente fácil obtener una credencial de elector y la oferta de centros de votación es suficiente para no desincentivar a los electores.

En la reciente contienda del Edomex influyó que solo hubo elecciones para ocupar la silla del ejecutivo estatal; no hubo tantos “voceros” como en elecciones concurrentes anteriores. Por inverosímil que parezca más del 20 por ciento del electorado mexiquense no sabia que había un proceso electoral en curso.

Los que se abstienen son jóvenes de clases media baja que viven en los centros urbanos que rodean la CDMX y que no distinguen diferencias muy marcadas entre los diferentes proyectos políticos.

Los miembros de este grupo en particular se encuentran absolutamente desencantados con el quehacer político y con la democracia como sistema de gobierno. El reto de regresar a México al sendero de la transición no es menor.

La oposición tiene –por las próximas décadas- una misión que de primera instancia parece inasequible.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY

COLABORADOR

@aechegaray1 

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