La elección en el Estado de México es un tema del que se ha escrito mucho en los últimos cuatro días, se habla del hecho histórico que representa el cambio de partido en la entidad, de la llegada de la primera mujer como gobernadora, de las traiciones, omisiones y de todo lo que intervino para que Alejandra del Moral, y la coalición Va por el Estado de México no lograra el triunfo.
Desde antes de la elección, también se habló mucho de que la candidata de la alianza era muy buena, y vaya que lo demostró en las semanas que estuvo en campaña, también se comentó del vacío que hubo por parte del aún gobernador Alfredo del Mazo, situación que le valió que más de un actor político preguntara el lunes posterior a la elección ¿qué embajada le darán al aún priista?
Lo que es un hecho es que Del Mazo dejó sola a la candidata y a la coalición, y que con sus omisiones mucho ayudó a los resultados del domingo, pero además hubo una serie de acuerdos que el gobernador incumplió al PRD como la renovación de espacios que se decidían en el Congreso del Estado, en el caso del PAN, el compromiso fue que Enrique Vargas del Villar se convertiría en presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del estado, cosa que tampoco sucedió, y de los que poco se ha hablado.
El primer indicio de que el gobernador mexiquense no acompañaría la candidatura fue la designación de la presidencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo a pesar de que aseguró que dicho espacio sería para un cercano a él para cubrirle la espalda a la salida del gobierno. Ese fue el primer indicio con el que los partidos de la coalición entraron en alerta roja.
Sin embargo, para ese momento ya se había firmado el acuerdo de coalición y tenían candidata, lo único que quedaba a los partidos de la coalición fue enfrentar con recursos propios y callar ante la traición del gobernador, sabiendo que ventilar la traición de Del Mazo afectaría la votación.
Además de eso, hubo otro fenómeno que oportunamente se denunció y la manera en que se infló el padrón electoral, lo que sin duda ayudó al triunfo de quien en unos meses se convertirá en gobernadora.
Al hacer un análisis de los resultados se observa que los municipios donde gobernaba el PRI, los ganó Morena, ¿a qué se debe eso?, muchos dirán que, a los malos gobiernos tricolores, al hartazgo de la gente, al apoyo desde el gobierno federal, lo cierto es que no deja de llamar la atención que el tablero se haya movido en municipios donde no gobierno el partido oficial.
Esto se debe fundamentalmente a que los nuevos votantes de la entidad vecino lo hicieron precisamente en los sitios donde era necesario ganar para obtener la gubernatura. Y uno de los sitios de donde salieron los votantes conversos fue Iztapalapa.
Resulta extraño saber por qué tantos ciudadanos decidieron repentinamente abandonar el oriente de la ciudad y convertirse en vecinos de algún municipio en el Estado de México. Ahí existen enormes lagunas jurídicas que deberán atenderse en el futuro, porque parece que es la receta que piensan utilizar en algunos estados.
Así fue cómo se gestó el triunfo que quien en unos meses asumirá el poder en el estado más poblado del país, claro que la elección del domingo fue importante porque nos dejó ver el modus operandi de un partido que está dispuesto a todo con tal de llegar al poder.
Por ello, para el 2024 se deberá cuidar que aquellos con quienes se haga una alianza o acuerdo político tengan palabra y cumplan, que no hagan negociaciones secretas, de no sean omisos y que definan de qué lado de la historia estarán.
POR KAREN QUIROGA
Secretaria Nacional de Igualdad de Género del PRD
@KarenQuirogaAn
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