SILBATAZO INICIAL

Resiliencia

Tres técnicos diferentes en seis meses, sabiendo jugar la eliminación directa como nadie. Juventud y experiencia acompañada por la mejor afición de México.

OPINIÓN

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José Eduardo Iga / Silbatazo inicial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pocos habían escuchado esa palabra. Llegó Juan Carlos Osorio al balompié mexicano a implantarla como explicación a una escuadra que puede pasar cualquier cantidad de vicisitudes. La fase regular del campeón del futbol mexicano, por raro que se escuche, fue tremendamente grotesco. Los números así lo ejemplifican.

Fue el segundo peor torneo corto de la historia para Tigres. Perdieron contra Rayados. En aquel compromiso quizá merecieron más, pero terminaron sucumbiendo contra el rival de la ciudad. América les pegó un baile monumental, Chivas también les pasó por encima, y en el escándalo de la campaña, perdieron ante el último lugar de la tabla, el Mazatlán. No le metieron gol al San Luis o FC Juárez en el estadio Universitario.

De visita, se comieron tres de Toluca, misma cantidad ante León. No le ganaron a Tijuana, ni a Querétaro. Terminaron en séptimo lugar, a 15 puntos de Monterrey. De 17 partidos, sólo ganaron siete.

En Concachampions, el escuadrón nicolaíta también fue goleado por el León quedando eliminado. Quien se deje manipular por los medios o por aficionados radicales de que no debe haber cambios en la institución solo por un campeonato que transgrede los principios de regularidad está equivocado. El sistema de competencia lo permite y condecora, en la mayoría de ocasiones, al que tenga la solvencia para transformarse en Liguilla, y ahí sí, lo de Tigres fue magistral.

Llevamos años advirtiendo que equipo sin competencia interna se mueren. Los felinos estaban, con Ricardo Ferretti, y con El Chima Ruiz, sobre todo, en un aletargamiento en ese sentido. Ganaran o perdieran los titulares eran intocables, nadie los sacaba, apelando a la gran experiencia que tenían y que en cualquier momento podían levantar el barco. Con Robert Dante Siboldi eso cambió.

Un estratega que entendió que nadie está por encima de la institución, que tuvo pantalones para sacar a Guido Pizarro, Andre-Pierre Gignac o Rafael Carioca cuando no jugaban bien.

Automáticamente el ser humano al no sentirse seguro comienza a salir de su zona de confort, y les empezó a suceder a los avanzados en edad.

Siboldi empezó a dosificar bien al plantel. Sabía que la contención habitual no podía sola. Jugaba Carioca o Pizarro, pero pocas veces los dos juntos, y cuando lo hacían, le ponía a uno o hasta dos contenciones más para ayudarles y ahí sí, su calidad salió a relucir. En momentos bravos metió a jóvenes sin respetar jerarquías. Había un planteamiento diferente dependiendo de cada rival al que enfrentara.

El técnico uruguayo empezó a estudiar a los rivales, cosa que hace mucho no se veía. Así, los del norte del país emergieron de las cenizas para demostrar, le pese a quien le pese, que deben ya sentarse en la mesa de los grandes. Tres técnicos diferentes en seis meses, sabiendo jugar la eliminación directa como nadie. Juventud y experiencia acompañada por la mejor afición de México. Pese a todo, felicidades al más campeón de Nuevo León.

POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA

MAAZ