COLUMNA INVITADA

¿Es posible el paraíso sin senos?

La FDA confirmó una asociación entre los implantes mamarios y un tipo poco común de cáncer

OPINIÓN

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Mónica Salmón / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Desde que era niña recuerdo que jugaba a ser mamá. Me ponía los tacones de mi mamá y metía calcetines en mi camiseta para parecerme a mi abuela. Me pintaba los labios de rojo y trataba de caminar sin perder el equilibrio, ya que mis piecitos nadaban en los tacones y los calcetines me impedían ver mis pasos. Jugaba a ser adulta y mujer y no veía el día de tener unos pechos grandes.

Me convertí en adulta y la idea de tener un busto firme y voluptuoso no me abandonó. Aquellos calcetines se convirtieron en unos implantes de silicona que eran los mejores del mercado según el cirujano plástico, y que durarían toda una vida. Pero la edad y los estándares de belleza tienen un costo terrible, lo sé ahora que no sólo soy adulta sino una mujer con hijos consciente de mi cuerpo y sobre todo de mi salud.

Mi mamá murió de cáncer de mama y desde hace muchos años viví con el terror de que me fuera a dar cáncer a mí también. Cada año me hago una mastografía, ultrasonidos y resonancias magnéticas. En 2013 Angelina Jolie publicó en el New York Times que se había realizado el estudio de BRACA1 y que había salido positivo, por lo que aumentaba significativamente el riesgo de contraer cáncer de mama y ovario. Angelina tomó la decisión de someterse a cirugías preventivas. Mi esposo, que es médico, se comunicó con el doctor de Jolie, quien amablemente contestó a todas nuestras dudas. Sugirió que no me hiciera el estudio en ese momento (2013) ya que no había claridad con las aseguradoras. Era un estudio muy nuevo y lo mejor era esperar a que se practicara con mayor frecuencia y, mientras tanto, seguir con las revisiones anuales. Confieso que el fantasma del cáncer me ha perseguido durante todos estos años.

Mi prima hermana me llamó para decirme que se iba a “explantar”. Ella nació y ha vivido casi toda su vida en Venecia. Pensé que estaba hablando mal el español.

- ¿Que te vas a qué?

- A explantar, Moniquita. Me voy a sacar los implantes, por salud.

- Ana Elena, yo creo que lo más recomendable es que los cambies por otros. Yo sé que la vida de los implantes mamarios es de más o menos 10 años y antes decían que podrían durar toda la vida. Yo llevo 15 años con los míos. Estoy perfecta. Están intactos, ni rotos, ni encapsulados.

- Moniquita, yo me los puse por ti. Me encantó cómo te quedaron y fuiste mi inspiración de belleza para ponerlos. Me quedaron hermosas y me siento como una modelo de Victoria's Secret y los he lucido por muchos años. Acabo de ver todo lo tóxico que son y todos los efectos secundarios que provocan. Tengo 50 años y una hija y quiero vivir la vida desde la salud.

Confieso que esa conversación me afectó bastante y que hasta me puso de mal humor. Me hizo consciente de los implantes que tengo. Soy una mujer que nunca se ha engañado a sí misma, pero esta vez lo intenté. Tengo la fortuna de ser parte de una familia de médicos y con mucho orgullo presumo que tengo el enorme privilegio de poder llamar, platicar y hacer zoom con los mejores médicos del mundo. Hablé con oncólogos, cirujanos plásticos, radiólogos, ginecólogos y genetistas. Me hice la mastografía y un ultrasonido y todo está sano. El tejido mamario está limpio y los implantes intactos. Faltaba hacerme la prueba más difícil, el BRACA1, ya que mis posibilidades de tener cáncer de mama aumentaban por línea directa materna. El Dr. Gerardo Jiménez, a quien quiero y admiro, me envió un mensaje de texto felicitándome muy contento: “No tienes ni tendrás cáncer de origen genético. Además te hicimos todo un panel que investiga múltiples tipos de cáncer de este origen y todo tu estudio salió negativo”.

Lloré de alegría, porque también se llora de alegría. Ahora la decisión estaba en mis manos. Podría cambiar mis implantes por otros o retirarlos sin más. El resumen de todos mis médicos es el siguiente. “En el año 2011, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó los implantes mamarios con relleno de gel de silicona como ‘posiblemente carcinogénicos para los seres humanos’ en su informe sobre la carcinogenicidad de los campos electromagnéticos y otros agentes no ionizantes. En marzo de 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) confirmó una asociación entre los implantes mamarios con relleno de gel de silicona y un tipo poco común de cáncer llamado linfoma anaplásico de células grandes asociado a implantes (BIA-ALCL). Desde entonces, se han emitido informes y advertencias adicionales sobre los riesgos de los implantes mamarios.”

Después de saber todo esto, no hay forma alguna de que pueda engañarme. Comparto esto ahora para que todas las mujeres se hagan conscientes y tomen la mejor decisión. Nunca nada por encima de la salud. Ana Elena, yo te inspiré a ponerlos, ahora tú eres la que me inspira a retirarlos. Hoy nuestros paraísos están más completos llenos de hijos, salud y paz.

POR MÓNICA SALMÓN

PSICÓLOGA Y ESCRITORA

@MONICASALMÓN_

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