DES... PROPÓSITOS

Merkel, la gran líder

Sin duda alguna, Ángela Merkel es el personaje político internacional

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Sin duda alguna, Ángela Merkel es el personaje político internacional más importante de las primeras dos décadas del siglo XXI. En sus 16 años como canciller de Alemania, logró erigir a su país como el líder moral y económico de Europa. Su papel fue tan relevante que fue calificada a veces como “La líder política de Occidente”, y al término del periodo de Obama (2017), como “La nueva líder del Mundo Libre”. Nadie ha logrado retomar su liderazgo europeo.

Ángela Dorotea Kasner, que es su nombre original, nació en la ciudad de Hamburgo, en 1954, año en que con sus padres fueron a vivir a un pequeño pueblecillo rural de la República Democrática de Alemania (RDA), llamado Templin, a donde su padre Horst Kasner, que era pastor de la iglesia luterana, fue enviado a predicar.

A los siete años, Ángela fue testigo del apuro de sus padres al enterarse del levantamiento del Muro de Berlín, que convertía a Alemania Oriental en un estado prisión. Desde muy niña Ángela mostró su gran interés por la lectura y el conocimiento, por lo que mucho de su tiempo lo dedicó a la historia de otras civilizaciones, a los grandes escritores rusos, la cultura y la lengua de ese país, pues en esa época estaba prohibida la lectura de cualquier material extranjero no aprobado en la lista Marxista-Leninista de la Unión Soviética.

A través de dichas lecturas, fue como conoció la figura de Maria Curie, primera mujer en obtener no uno, sino dos Premios Nobel, y quién se convirtió en el modelo de mujer al que aspiraría a ser Ángela Merkel. En lo espiritual, Angela fue creada en un estricto ambiente religioso, lo que la llevó a tener un gran conocimiento de la Biblia, cuyas lecturas la forjaron en una mujer de fe y humildad que le ha sido esencial en sus logros como persona y como política.

Dado el entorno de vigilancia y estrés en el que vivía, más aún por ser hija de extranjeros y de un pastor, Angela siempre se impuso ser la mejor estudiante, además de simularse como una gran convencida del partido comunista, pues sabía que de otra manera no tendría forma de sobresalir por mucho esfuerzo que hiciera.

Así, tenía que navegar por dos mundos muy diferentes: por un lado, como fiel a sus creencias religiosas y, por el otro, como fiel creyente de la filosofía leninista. Si quería sobresalir tenía que jugar las reglas del juego. En 1973 Ángela terminó sus estudios de preparatoria, en Templin, con los mayores honores en matemáticas, física y la lengua rusa, lo que le valió su traslado a la universidad de Carlos Marx, en Leipzig, donde estudio física, también logrando los mayores honores.

En 1974, a la edad de 20 años, Ángela contrajo nupcias con un estudiante de física llamado Ulrich Merkel, de quién después de 10 años se divorció, adoptando su apellido para toda la vida.

A la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, e interesada en participar en la vida política de Alemania se incorporó al partido de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), encabezado por Helmut Kohl, quién sería el primer canciller de la Alemania unificada, que la nombró ministra de la Mujer y la Juventud.

En 1994 Kohl la puso a cargo del Medio Ambiente, un puesto de mayor relevancia, en reconocimiento a su gran labor, en particular en lo relacionado con reunificación de las dos Alemanias. En el año 2000, Merkel fue elegida nueva presidenta del CDU, lo que le sirvió de trampolín para buscar en 2005 su elección como canciller, posición que desempeñaría por los próximos 16 años.

Durante su larga gestión, Merkel afrontó con aplomo y resultados positivos una gran cantidad de situaciones: por primera vez en la historia una canciller alemana se presentó ante el parlamento israelita -Knesset para reconocer la responsabilidad histórica de
Alemania ante el Holocausto (2008). A partir de los estragos causados por los accidentes nucleares de Chernóbil (1986) y Fukushima (2011), decidió la cancelación de nueve plantas de energía nuclear en operación. Fungió como la líder de Occidente en el primer ataque de Rusia contra Ucrania, evitando una mayor conflagración (2014). Impidió mediante un programa de rescate
financiero que la amenaza griega de abandonar la UE, “Grexit”, cristalizara, con lo que se mantenía el euro como moneda común reafirmando, así, la estabilidad de la Europa unificada (2015).

En un gesto moralista y a contracorriente de muchos oposicionistas, autorizó la entrada de un millón de refugiados provenientes principalmente de Medio Oriente (2015). Impidió el desmantelamiento de principios e instituciones internacionales durante la etapa disruptiva de la presidencia de Trump (2017-2021).

Ante la grave tendencia del crecimiento del autoritarismo y populismo que presentaba el mundo, en 2018, Merkel, decidió presentarse por cuarta ocasión como candidata a canciller,(2018-2021), con un interés fundamental: impedir que el mundo entero quedará a merced de Putin, Jinping y Donald Trump. ¡Fue una gran líder que operó como fuerza de equilibrio a nivel mundial!

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
ANALISTA POLÍTICO

MAAZ