MALOS MODOS

Conacyt, los transgénicos y el autismo

Ese cambio en Conacyt ya se nota. Con el carácter profético que lo distingue

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ese cambio en Conacyt ya se nota. Con el carácter profético que lo distingue, aquí doctor Patán se los dijo en este espacio hace unos días: el Consejo, bajo el liderazgo providencial de mi Marielen, le va a dar con todo al elote neoliberal. En esas anda, en efecto. Juan Pablo Pardo-Guerra llamó la atención sobre el hecho de que en un encuentro organizado por Conacyt, o cyth, o cyht –todavía no asimilo el cambio de siglas, disculparán–, “Daños y riesgos para la salud por consumo de maíz transgénico y la regulación internacional”, uno de los participantes dijo que hay una relación directa entre el consumo de eso, maíz transgénico, y padecer autismo.  

Lamentablemente, su doctor de cabecera no pudo asistir al encuentro. Así que no pude ver la muy probable cara de felicidad de la Segunda Científica de la Patria, que dejó por ahí un tuit en que, sin tantos detalles, dice que sí, que la versión elotera fifí es pésima para la salud. Que comprobado. Que no es como la otra, la que producen los campesinos con sus manos agrietadas, su bastón plantador y sus miradas de obsidiana plenas de gratitud hacia nuestro presidente, el Primer Científico de la Patria. 

La cosa es que ya era tiempo de que alguien dijera lo de la salud y sobre todo lo del autismo. Y lo que nos falta por aprender, compañeres. Tiemblo de emoción por las revelaciones que vendrán de la Nueva Ciencia. No sé: que, si de autismo se trata, masturbarse es otro factor decisivo, porque el zangoloteo altera el sistema nervioso; o que por eso hay que evitar el Nintendo; o que la gente que lee las Sagradas Escrituras es menos propensa a esa condición, como ha explicado nuestro presidente.

O que la culpa es del 5G, que en realidad es una estrategia de control mental de Bill Gates, decidido a dominar al mundo y someterlo a una restauración neoliberal como esa de la que nos advierte el Primer Monero de La Jornada. O que Copilco es un centro de concentración de energía y puedes ir a limpiarte de lo genéticamente modificado a alguno de los temazcales que instalará el Conacyt (con “h” en algún lado, obvio). 

Después de todo, lo de la Ley de Ciencia No Me Acuerdo Qué –mis disculpas otra vez: con los títulos, pierdo la retentiva a la cuarta palabra– no es más que el remate a un sexenio dedicado al conocimiento científico popular y no neoliberal. El sexenio de los cubrebocas que no sirven para el COVID, el de la Ivermectina, el de los detentes, el del secretario de Salud anti vaxer que nos recomienda gordolobo y vaporrú contra el coronavirus –el Chavo del 8 contra la pandemia–, el del presidente que hace ceremonias indigenistas-new age. Así que escuchen a su doctor Patán y a mi Marielen y no le echen cualquier porquería al pozole. Sus chakras se sentirán agradecidos y no caerán en las garras del Anticristo tecnológico.  

Julio Patán 

Colaborador

@juliopatan09 

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