LA ENCERRONA

Las estrategias se agotan

Los habitantes rusos ya no toleran más los reclutamientos obligatorios y la población ucraniana no soporta las condiciones que la guerra le ha impuesto en su territorio

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“No atacamos a Putin ni a Moscú. Luchamos en nuestro territorio. Defendemos nuestras ciudades y pueblos.” Zelensky

Después de 14 meses Rusia sigue haciendo la guerra en territorio de Ucrania. En este tiempo existen cifras difusas de la población civil afectada, según lo que la ONU ha podido verificar, hasta hace unas semanas ascienden a 18,955 víctimas civiles en Ucrania, así como aproximadamente 13 mil soldados; por la parte rusa se calculan unas 14 mil bajas militares. Estos números quedan cortos a los que en realidad existen en la “caja negra”, mismos que podrían triplicarse. Putin ataca y Zelensky resiste. Los habitantes rusos ya no toleran más los reclutamientos obligatorios y la población ucraniana no soporta las condiciones que la guerra le ha impuesto en su territorio.

Una masacre en toda la extensión de la palabra. Lo ocurrido en las regiones del Donbás, Cherkasy, Chernígov, Ivano-Frankivsk, Járkov, Jersón, Kirovohrad, Kiev, Mykolaiv, Odesa, Sumy, Zaporiyia, Dnipropetrovsk, Khmelnytskyi, Lviv, Poltava, Rivne, Ternopil, Vinnytsia, Volyn, Zhytomyr y la capital Kiev son muestra del asedio de Putin. Más de un año que Zelensky ha utilizado todos sus buenos oficios, tanto como actor -haciendo gala de su don de palabra y buena presencia en medios-, como presidente y diplomático -convenciendo a mandatarios en todo el mundo-, así como líder de las fuerzas armadas, -para contener y disuadir- al autócrata beligerante.

Sin embargo, los intentos de Zelensky no han sido suficientes para terminar la invasión en su país. Pero tampoco lo han sido los de Putin por terminar esta guerra y ampliar (o recuperar, como él lo menciona) su territorio. Ninguno de los dos, ni el mundo entero, querían que esta guerra se prolongara tanto tiempo. Los recursos de ambos, cada día de guerra que pasa, se agotan y lo mismo ocurre con las estrategias bélicas. Muestra de esto fue lo sucedido en la mañana del miércoles, cuando las noticias internacionales anunciaban un “atentado” al líder del Kremlin y, en paralelo, mostraban la sorpresiva visita de Zelensky a Finlandia.

Al respecto, el gobierno ruso alertó acerca de dos drones que sobrevolaron la sede del gobierno de Putin. El primero de los drones fue localizado a las 2:27 hora local y explotó sobre el Palacio del Senado, el segundo se registró a las 2:43 a.m., y sus fragmentos cayeron en el territorio del Kremlin, pero en el mismo comunicado se anunció que Vladimir Putin no se encontraba en Palacio. Por su parte, Volodimir Zelensky apareció en la Cumbre de los países nórdicos (ahora llamada “cumbre nórdico ucraniana), para abordar al premier finlandés Sauli Niinistö, felicitarlo por su reciente adhesión a la OTAN y solicitar mayor ayuda para su país, así como volver a -levantar la mano- para que Ucrania sea reconocida como un “miembro de facto” de la organización del Atlántico Norte.

Así, ambos se aferran a la única estrategia que les queda: Putin, a realizar autoatentados y ataques para después tomar represalias desmedidas en contra de Ucrania; Zelensky, a convencer a Occidente de que Ucrania debe ser parte de la OTAN y recaudar más recursos financieros y militares. Y, aunque los recursos y estrategias se vean cada vez más limitadas, lamentablemente, la guerra seguirá por algún tiempo más. En los días siguientes veremos a un Putin azuzando a sus connacionales en el “Día de la Victoria”, celebrado el 9 de mayo, fraguando los siguientes reclutamientos y pasos para acceder a la capital ucraniana.

 

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

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