COLUMNA INVITADA

Qué bajo han caído…

La desaparición del Insabi es una confesión flagrante del grave error que significó su creación

OPINIÓN

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Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La última andanada de las huestes morenistas en el ámbito legislativo ha sido, hasta hoy, la más letal en contra de la democracia.  La ignominia es mayúscula.  Independientemente de las consecuencias que tengan las acciones perpetradas por los senadores del grupo mayoritario el pasado viernes, éste será un capítulo vergonzoso en la historia de nuestro país.

El antecedente próximo fue la negativa de designar al menos un comisionado para el INAI, a fin de que su órgano de dirección pudiera sesionar válidamente.  Al cerrarse el diálogo, los senadores de oposición tomaron la tribuna del Senado exigiendo que se procediera a hacer el nombramiento.

Días antes, los diputados habían aprobado sin discusión alguna y con el voto en contra de la oposición, un paquete de 18 iniciativas, turnadas de inmediato al Senado.  La negociación, elemento fundamental del trabajo parlamentario, consistía en que se hiciera el nombramiento del INAI, y entonces se procedería a revisar el paquete de iniciativas.

Sin acudir a la política, dialogar, discutir y legislar, ganar o perder, los morenistas acudieron a recibir instrucciones.  La división de poderes saltó echa trizas esa tarde del viernes a la entrada de Palacio Nacional.  Callaron las conciencias de quienes sugerían otros caminos, bajaron la cabeza los mediocres, acataron órdenes los ignorantes.  Nadie chistó, regresaron a la sede alterna del Senado a ejecutar el capricho del Presidente, la decisión de su líder.

Ignorando el proceso parlamentario, se procedió a la presentación de los dictámenes, elaborados, discutidos y aprobados quién sabe a qué hora, por comisiones parchadas con legisladores sustitutos, en ausencia de los de oposición.  Si los diputados terminaron de sesionar el miércoles por la noche, no hay forma racional de creer que en menos de 48 horas estuvieran listos los dictámenes de las respectivas minutas.  

Pero ya había una instrucción, pasar por encima de lo que fuera, pero sacar adelante estas reformas.  Las hay de todas las materias; algunas quizá con modificaciones aceptables y benéficas; otras más, arbitrarias; casi ninguna consensada entre las fuerzas políticas y mucho menos con conocedores o expertos.

La desaparición del Insabi es una confesión flagrante del grave error que significó su creación.  Las ley minera da cuenta de la ignorancia sobre el tema de quienes la impulsan.  La reducción de la edad para ser diputado es una medida claramente electorera para conseguir el voto de los jóvenes.  Conacyt, Financiera Rural, decisiones impensadas, contraproducentes, irracionales. 

Los senadores de la oposición alistan controversias contra este procedimiento arbitrario y claramente ilegal.  Existen evidencias de que algunas de estas minutas se aprobaron sin el quórum legal, sin que los legisladores morenistas conocieran siquiera el contenido de lo que votaron, sin discusión, sin apoyo parlamentario.  Sin dignidad…

POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA

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