COLUMNA INVITADA

Ciudad Universitaria (UNAM) I, patrimonio UNESCO

El archipiélago de edificios e instalaciones que constituyen la Ciudad Universitaria (CU)

OPINIÓN

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Luis Ignacio Sáinz / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El archipiélago de edificios e instalaciones que constituyen la Ciudad Universitaria (CU) se despliegan en lo que se conoce como el Pedregal de San Ángel al sur de la Ciudad de México. En su momento esta decisión se propuso dos objetivos básicos: relocalizar la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un sitio que permitiese la modernización de su infraestructura y con ello atender la demanda creciente de estudiantes, además de despresurizar el casco histórico de la capital de la República favoreciendo su remozamiento y conservación.  

Contar con los terrenos y los recursos económicos exigió la planeación rigurosa del proyecto durante décadas, incluyendo que la propia Cámara de Diputados aprobase el 31 de diciembre de 1945 la Ley sobre Fundación y Construcción de la Ciudad Universitaria, así como el trabajo coordinado entre el gobierno federal y la estructura directiva de la UNAM, considerándose de manera central la integración del equipo que llevase a cabo todas y cada una de las tareas necesarias entre 1948 y 1954.  

Enrique del Moral y Mario Pani, fungieron de directores del proyecto de conjunto y María Stella Flores fue la jefa del Taller; Lorenzo Lazo asumió la gerencia general; mientras Luis E. Bracamontes recibió el nombramiento de gerente de Obras y Gustavo García Travesí, gerente de Planes e Inversiones. Se aprecia que lo mejor del talento académico de la institución se entregó de lleno a materializar tan ambiciosa iniciativa, todos los proyectos fueron colegiados y contaron con asesores especializados en las materias de cada inmueble, pero esto será objeto de una próxima entrega. Subrayo que, salvo los preparativos y ejecución del vasto programa celebratorio del Centenario de la Independencia con Porfirio Díaz, nunca antes o después se ha trabajado con tal orden y transparencia, conociéndose hasta el gasto más nimio. Lo que plantea la tentación de pensar que todo tiempo pasado fue mejor. 

CU es resultado de una concepción integral constructiva, basada en un criterio fundamental: el de las especialidades. Así, por ejemplo, se designaron responsables por áreas de desarrollo: carreteras y estacionamientos, Juan M. Durán, Jesús Domínguez, Edmundo Rojas González y Santiago Corro; puentes y pasos a desnivel, Santiago Greenham y Samuel Ruiz García; abastecimiento de agua y alcantarillado, Alberto J. Flores y Alberto Barocio; electrificación, Luis Mascott con asesoría de Octavio Sánchez Hidalgo; forestación y jardinería, Luis Barragán y Alfonso Cuevas Alemán; riego, Jorge García Gómez.  

El 20 de noviembre de 1952 tuvo lugar la “Dedicación de la Ciudad Universitaria (CU)”, ceremonia encabezada por el presidente Miguel Alemán, con la que se inauguró oficialmente, gracias al empeño y talento de sesenta proyectistas, doscientos residentes, contratistas y supervisores, y cerca de diez mil los obreros. La mudanza de las escuelas dio comienzo en 1953 y fue coordinada por el rector Nabor Carrillo y en marzo de 1954 iniciaron las clases y las actividades de investigación. Los espacios físicos fueron planeados para 25 mil estudiantes, si bien al iniciar su funcionamiento la matrícula era inferior a 15 mil; y consideraron más de 50 edificios dentro de la zona núcleo de 176.5 de las 733 hectáreas totales, que incluyen la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (237.3 ha).  

En 2007 la UNESCO sumó Ciudad Universitaria a la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad, donde solo figuran las universidades de Alcalá de Henares (España) y Central de Venezuela. Continuará... 

Luis Ignacio Sáinz

Colaborador

sainzchavezl@gmail.com

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