COLUMNA INVITADA

¿Los necios empresarios masoquistas?

La cumbre del G7 en Hiroshima es una fotografía del pasado. En términos discursivos

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La cumbre del G7 en Hiroshima es una fotografía del pasado. En términos discursivos, lo que han hecho los líderes globales participantes es, al estilo redes sociales, ponerle un filtro a la foto. El #blindspot de la semana está en la forma en la que el mundo está malabareando a China y sus posibles consecuencias en México.

Tres mensajes clave hay que tomar en cuenta. El eje de lo comunicado sobre la reunión está en dos conceptos: reducción del riesgo y diversificación. El destinatario es China, Rusia y sus aliados; pero en México debemos de poner especial atención porque el #Nearshoring es una oportunidad para fortalecer nuestra economía, pero también debemos considerar que, en nombre del pueblo, estamos sumando riesgos innecesarios que menguan la ocasión.

Segundo, hacen un intento de separar lo político de lo económico: “Nuestros planteamientos políticos no pretenden perjudicar a China ni frustrar su progreso económico y su desarrollo.” Al hacerlo el G7 reconoce implícitamente que éste es el gran reto que enfrentamos a nivel global.

Es verdad que la mayoría de los países de ese Grupo han alcanzado progreso económico porque en el pasado lograron separar la política de la vida empresarial, el problema es que hoy esa frontera es cada vez más difusa. Los mejores ejemplos son Estados Unidos, Trump y el #MAGA, así como Gran Bretaña con los estragos del #Brexit.

En Latinoamérica y en específico en México lo estábamos logrando a partir de las políticas implementadas tras la crisis del 94 – 95, pero el 2018 instauró un régimen en el que el Estado se usa para negociar políticamente, no para preservar el Estado de Derecho. Cualquier duda sobre la afirmación, pregúntenle a Germán Larrea, o lean lo dicho por el Wall Street Journal: el proceso de venta de Banamex sucedió bajo la atenta mirada del presidente López Obrador y no logró un acuerdo.

El tercero es la respuesta del Ministro de Relaciones Exteriores de China quien acusó a los líderes del G7 de "obstaculizar la paz internacional" y dijo que el grupo debía "reflexionar sobre su comportamiento y cambiar de rumbo".

Lo anterior cobra especial relevancia si consideramos que los acusados le pidieron que interfiera con Rusia para terminar con la guerra en Ucrania. Ironías discursivas que solo se explican por la enorme dependencia global y que contrastan, aún más, cuando se topan con políticas cada vez más proteccionistas de los países ricos y “libertarios”.

En percepción, estos temas parecen estar lejanos de México. En todo caso, los vemos como una oportunidad para el #Nearshoring y todos hablar de él como la solución a los retos económicos y divergir los profundos cambios institucionales, políticos y estructurales que impulsa la Administración López Obrador.

La realidad es que estos discursos y hechos están marcando hitos en la reconfiguración de la geoeconomía política global. Es un error pasar de largo de ellos o restarles importancia por dos motivos: estamos perdiendo el tamaño de la oportunidad por vernos al ombligo, y, una vez más, estamos malbaratándonos. Lo digo sin esperanza, porque entre más profundas son las consecuencias de los cambios, más nos aferramos a un discurso empresarial que dobla las manitas.

#BlindspotElectoral “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” y en Coahuila nada está escrito. Es cierto, el último diamante del PRI, Manolo Jiménez va, pero dicen los que saben de operación electoral que la visita de Claudia Sheinbaum activó los ánimos aliancistas y las bases se pusieron vivas para apoyar al candidato de Morena, Armando Guadiana. Esto debe surtir efecto porque la Jefa de Gobierno se juega una mano frente a la presidencia.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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