PERISCOPIO

AMLO, con su ciento volando

Es evidente que el banquete financiero llamado Banamex no se lo quitó Citigroup a Larrea; se lo quitó a López Obrador. Tanto metió la cuchara...

OPINIÓN

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Raymundo Sánchez Patlán / Periscopio / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ya se saboreaba el presidente Andrés López Obrador unos dos mil millones de dólares en impuestos por la venta de Banamex cuando, de repente, Citigroup cambió de opinión: decidió alejar el jugoso platillo de las manos del actual inquilino
de Palacio.  

 En los hechos, el anuncio emitido ayer desde Nueva York, sede de Citigroup, vía su CEO Jane Fraser, deja claro que el consorcio estadounidense no cancela la venta, sino que la pospone para 2025; para el próximo sexenio, ya con otro presidente en México y seguramente con otras condiciones políticas.  

No lo dicen ni lo dirán, pero es un secreto a voces que tal decisión estuvo influida por la constante injerencia del mandatario en el proceso de compra-venta.   

Y es que López Obrador, en su afán de que el Estado se meta hasta en transacciones entre particulares, puso condiciones: que el capital para la adquisición fuera mexicano, que los accionistas estuvieran al corriente en el pago de sus impuestos, que el vasto patrimonio cultural de Banamex se quedara en el país y que no se despidiera a los trabajadores.  

Eso eliminó a varios interesados, dejando a Grupo México, de Germán Larrea, prácticamente como el único que encajaba en el perfil planeado por el Presidente para hacerse de los activos de la institución bancaria.   

Fueron unos 15 meses de negociaciones entre Citi y Grupo México, y hace unas semanas el Presidente volvió a interferir para dar su visto bueno a que la empresa de Larrea hiciera la compra, por unos siete mil millones de dólares.  

Parecía un trato cerrado, pero los últimos dos días el mandatario volvió a meter las manos en el proceso e inyectó una dosis de incertidumbre a la negociación: hizo público su deseo de que el gobierno fuera el comprador final, con el argumento de que “nosotros sí necesitamos un banco y (Banamex) era una oportunidad, es una oportunidad”, como si no existiera ya el paraestatal Banco del Bienestar.  

Por supuesto, visualizando el jugoso negocio que representa, sobre todo en el manejo de nóminas, de las cuales, hasta marzo pasado, Banamex administraba cinco millones 851 mil 337 cuentas, con 51 mil 430 millones de pesos. A lo que se deben sumar las ganancias vía comisiones, Afore, hipotecas, seguros y los créditos (ese banco concentra más del 25% de las tarjetas de crédito del país).  

Incluso entre banqueros ven al Presidente más interesado en la venta de Banamex que el propio Larrea, por lo que su aplazamiento es un golpe directo a su administración, que se va a quedar sin esos dos mil millones de dólares en impuestos para usarlos en sus obras y su proyecto político.  

Larrea no pierde nada, él se queda con los siete mil millones de dólares que iba a pagar, y es evidente que el banquete financiero llamado Banamex no se lo quitó Citigroup a él; se lo quitó a López Obrador. Tanto metió la cuchara, que se le cayó la sopa.  

POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP

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