La recopilación y el uso de datos personales es una actividad común en la era digital, y la inteligencia artificial (IA) ha llevado esta práctica a un nivel completamente nuevo.
Por ejemplo, cada minuto, son enviado alrededor de 500 mil tuits, son compartidos 150 mil mensajes por usuarios de Facebook y más de 41 millones de mensajes compartidos por usuarios de WhatsApp.
Con la creciente cantidad de datos generados cada día, la IA tiene el potencial de procesar, analizar y extraer grandes cantidades de información, lo que puede llevar a una mejor toma de decisiones y a una mayor eficiencia en varios sectores. Sin embargo, también hay crecientes preocupaciones entorno a la privacidad y la seguridad de los datos personales en relación con el uso de sistemas con aplicativos de IA.
A la fecha no hay un consenso sobre el término de la IA. La Red Iberoamericana de Protección de Datos Personales que la define como un concepto ‘sombrilla’ que incluye una variedad de técnicas computacionales y procesos enfocados a mejorar la capacidad de las máquinas para realizar muchas actividades, los que comprenden desde modelos algorítmicos, pasando por los sistemas de aprendizaje automático (machine learning), hasta llegar a las técnicas de aprendizaje profundo (deep learning)”.
Al respecto, ante el creciente uso de IA, se han puesto en marcha la implementación de herramientas y recomendaciones en torno a la ética digital, como la “Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial” de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que busca garantizar que las transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Hoy en día, la mayoría de las conversaciones sobre privacidad y protección de datos se refieren a la inteligencia artificial. A medida que la IA se integra cada vez más en nuestra vida diaria, es esencial reconsiderar la importancia de las regulaciones de privacidad y protección de datos en México y América Latina.
En México, legisladores tanto del Senado como de la Cámara de Diputados han presentado iniciativas sobre Inteligencia Artificial. Por un lado, la presentación de la iniciativa de Ley para la regulación ética de la Inteligencia Artificial y, por otro lado, la creación de la Alianza Nacional Mexicana de Inteligencia Artificial (ANIA).
Asimismo, señalo algunos ejemplos adicionales del uso de tecnologías disruptivas en México y algunos países de Latinoamérica:
• El banco BBVA lanzó en México el primer "Fondo de Economía Digital" para ofrecer a sus clientes la opción de invertir en proyectos digitales como FinTech, tokens no fungibles (NFT), metaverso y otros modelos de negocio relacionados con la Web 3.0.
• La empresa argentina Go2Future creó Metaverse Mall. Un centro comercial virtual inmersivo que busca agregar una nueva experiencia a los canales de venta existentes.
• La IA ha llegado a la actividad judicial, reciente en Colombia se llevó a cabo el primer juicio en el metaverso, donde las partes interactuaron con avatares. Es importante que la industria, la academia, la sociedad civil y las autoridades trabajen juntas para abordar estos desafíos y garantizar que la IA se utilice de manera responsable y ética en beneficio de la sociedad. Es importante que las empresas que utilizan la IA para la toma de decisiones implementen medidas para evitar la discriminación y el sesgo, y que se establezcan controles y mecanismos para garantizar la transparencia y explicabilidad en la toma de decisiones basadas en algoritmos de aprendizaje automático.
POR JONATHAN MENDOZA ISERTE
Secretario de Datos Personales del INAI
@JonnhyMendoza
LSN