COMANDO Y CONTROL

Visión G7: Rusia y China, amenazas muy diferentes

Vale la pena recordar que Rusia había sido invitada al G7, que pasó a convertirse el G8 en 1998. Pero fue suspendida, tras su primera invasión de Ucrania

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La reunión del Grupo de los Siete (G7), el club de las economías más desarrolladas del mundo (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón) se realizó el fin de semana en Hiroshima.  Su propósito más visible fue alinear visiones y estrategias de sus miembros en cuanto a Rusia y China.  

Vale la pena recordar que Rusia había sido invitada al G7, que pasó a convertirse el G8 en 1998.  Pero fue suspendida del grupo, tras su primera invasión de Ucrania en 2014 y abandonó el club en 2017, por lo que el G8 regresó a ser el G7.  La posición sobre Rusia fue muy clara: es una amenaza agresiva al orden mundial y el apoyo a Ucrania continuará.  La reunión contó con la visita del presidente Zelenski, que recibió con gusto la luz verde de EU para permitir la reexportación de aviones de combate F-16.  

La ayuda militar a Ucrania comenzó con material logístico, pasó a equipo militar obsoleto y/o de origen soviético/ruso, para después pasar a equipo occidental relativamente contemporáneo, sistemas de defensa aérea modernos de corto alcance o bien de alcance medio, pero estos últimos de tecnología desfasada. De ahí la ayuda entró en una segunda fase, con artillería, tanques de guerra y sistemas antiaéreos sofisticados.  La siguiente fase arrancó este fin de semana e incluirá el entrenamiento para volar aviones F-16.

El F-16 es un avión de cuarta generación que, durante los últimos 40 años, ha sido símbolo de alineación con EU. Es un avión de combate polivalente, que puede atacar blancos aéreos y terrestres. Bélgica, Holanda, Noruega y Dinamarca lo eligieron para sus fuerzas aéreas en los años 80 y construyeron unos 300 en Europa. Estos modelos salen de servicio, siendo reemplazados por modernos, pero aún tienen 10-15 años más de vida. Docenas serán transferidas a Ucrania, en donde se espera tendrán un impacto en su contraofensiva.

Con un matiz menos agresivo militarmente, pero más preocupante para el G7, es la amenaza económica que representa China. 

La preocupación del G7 es alrededor del poder de persuasión e influencia que ha desarrollado la China frente a economías emergentes alrededor del mundo.  Vale la pena identificar que, en el continente americano, Beijing es el principal socio comercial de la mayoría de los países latinoamericanos y para aquellos que no, como México, Canadá, Colombia y Ecuador, es el segundo.

En el caso de México, su intercambio comercial en 2021 llegó a 110 mmdd, sin embargo, la balanza es significativamente desfavorable, más o menos 10 a 1.  Por cada 10 dólares que México compra de China, esta le compra uno.

Los invitados especiales a la reunión del G7 fueron Brasil, India, Vietnam, Corea del Sur, Australia e Indonesia, que se convierten en claves esenciales para 1) continuar apretando económicamente a Rusia y 2) construir un frente común frente a China. Pero no todos están en el mismo canal. Empujar demasiado fuerte a Rusia y China hacia un rincón (juntos) es peligroso, desde el punto de vista económico y militar por lo que los miembros del G7 deben de tener claro los límites de su estrategia. El que México no haya sido invitado o no esté presente en el G7 también da mucho para pensar en cuanto a la falta de posicionamiento geopolítico del país.   

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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