DEFINICIONES

En serio, ¿duerme tranquilo?

¿Duerme tranquilo?, le preguntaron el viernes pasado al titular del Instituto Nacional de Migración. “Sí”, respondió quitado de la pena

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Duerme tranquilo?, le preguntaron el viernes pasado al titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño. “¿Yo? Sí”, respondió quitado de la pena. No le remuerde ni un poco la conciencia la muerte de 40 migrantes en la estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua, hace casi dos meses. Concilia bien el sueño, pese a que 40 personas murieron en una instalación de la cual es el principal responsable, bajo resguardo de personal bajo su responsabilidad.

Garduño, que no parece conocer el pudor, fue más allá. Argumentó en su favor, pretextando la distancia. “Yo estaba a mil 800 km de distancia del suceso. No podía yo llegar en 3 minutos que se suscitó la conflagración, en la cual (sic) dos venezolanos provocaron con dolo el incendio”, señaló. “No soy bombero”, le faltó decir.

Aunque él “duerma tranquilo”, su responsabilidad en la tragedia es ineludible. Él no los mató, cierto, pero su negligencia e irresponsabilidad, sí. No puede rehuir de su tramo de culpa.

Él y nadie más, es el máximo responsable en el Instituto Nacional de Migración. Fue, precisamente, en una instalación del Instituto donde murieron los 40 migrantes en un incendio, mientras eran vigilados por personal del propio Instituto. No puede esquivar su responsabilidad. Tendría, eso sí, que hacerse a un lado. Pero él se aferra al cargo. No renuncia. Tampoco es removido. Su jefe, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, ha dicho que hasta que no concluyan las investigaciones, seguirá en su asiento. ¿No tendría, más bien, que ser retirado, para que la indagatoria transcurra sin trabas?

¿Se le encubre? ¿Se le protege?

"Pues es bueno su trabajo, en general siempre ha tenido un buen desempeño. Lo conozco desde hace muchos años, ha trabajado conmigo", dijo el presidente López Obrador el 14 de abril en la mañanera.

De Garduño se podrán afirmar muchas cosas, pero que “es bueno su trabajo” no es una de ellas.

El presidente, después, le dio al clavo, esa misma mañana: “no voy a proteger a nadie”, aseguró. Entonces, ¿por qué sostenerlo en el cargo?

Es un hecho que no cumplió con sus obligaciones de vigilar, proteger y dar seguridad a las personas e instalaciones a su cargo.

Necesita dejar el puesto para que haya una investigación profunda, sin obstáculos, que esclarezca qué sucedió; porque hay videos del interior de la estación migratoria donde se aprecia que el personal de resguardo deliberadamente abandonó el lugar mientras se propagaba el fuego, dejando encerradas a decenas de personas.

Es insostenible en el cargo. Lo fue desde un inicio. Su permanencia es una losa para el gobierno del presidente López Obrador, y ni se diga para el secretario de Gobernación y su aspiración presidencial.

Lo de Ciudad Juárez es una tragedia, un horror. Es una pesadilla. En serio, comisionado Garduño, ¿duerme tranquilo?

 

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM

@MLOPEZSANMARTIN

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