MALOS MODOS

Still. Una película sobre Michael J. Fox

Michael J. Fox fue un fenómeno de taquilla verdaderamente excepcional, pero a los 29 años tuvo que alejarse por el Párkinson que padece

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Se nos olvida, pero Michael J. Fox fue un fenómeno de taquilla verdaderamente excepcional más o menos entre los primeros 80 y el último siglo XX, es decir, desde que se hizo famoso con Enredos de familia, hasta su éxito postrero, también en la TV, con Spin City, sin olvidar por supuesto la trilogía de Back to the Future, de Robert Zemeckis. Esto viene a cuento porque acaba de estrenarse un documental sobre su vida, Still. Una película sobre Michael J. Fox, que nos recuerda aquellos años de éxitos inigualables, pero que sobre todo nos explica a detalle qué lo obligó a dejar la actuación. Me refiero, por supuesto, a esa condición atroz que conocemos como enfermedad de Párkinson, que lo golpeó con más crueldad que a muchos, a la muy prematura edad de 29 años.

La película no miente. Fox, en efecto, ha enfrentado la enfermedad con una entereza y una generosidad admirables, en un equilibrio difícil entre su condición de activista y su capacidad para tomarla con un sentido del humor llevado, por momentos, a los extremos, como se esfuerza en dejarnos ver en este documental, compuesto en proporción importante por entrevistas con él y escenas de su intimidad, su vida familiar, pero, sobre todo, como podemos comprobar en algún cameo más o menos reciente, como el que nos regala en la pasadísima de lanza Curb your Enthusiasm, la serie de Larry David, ese prodigio de incorrección política inteligente, un necesario lamparón entre tanta prístina ñoñería woke.

Lo mejor de Still, una película muy convencional, descansa en la valentía de Fox para exponerse en su terrible fragilidad, es decir, en ese deterioro físico que alcanza a todas las personas que pasan por la pesadilla del Párkinson, un mal implacable donde los haya. Lo peor es el carácter de película-homenaje de Still, un homenaje, repito, justo, que además Fox, hombre inteligente, intenta matizar con esa agradecible propensión a la ironía auto infligida, pero que, como casi todos los homenajes, impide hacer un cine realmente bueno.

Still forma parte de lo que parece una tendencia a revisar ácidamente la cultura popular de los 80 y 90, en especial la del cine y la televisión, que incluye la serie La vida de Brooke Shields, una mujer inteligente que revisa sin dramas ni concesiones su también exitosísima carrera, un caso grotesco de sexualización de la infancia; la película Val, en la que Val Kilmer documenta su terrible deterioro físico, o sea, otra vida de triunfos hecha pedazos; y la más reciente Anna Nicole Smith: tú no me conoces, sobre la turbulenta modelo y estrella televisiva, muerta a los 39 años, en 2007, por una sobredosis.

Vale la pena asomarse, en plan maratón, a Still y sus compañeras de ruta, sobre todo si has llegado a cierta edad y no te importa que se te contamine un poco, o un mucho, la nostalgia.

POR JULIO PATÁN 

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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