En la más reciente Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP27) fue presentado el nuevo Pacto de Empleos Verdes para los Jóvenes. Esta propuesta, liderada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) busca crear hasta un millón de empleos a través del impulso de las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN).
Esta decisión, resuena con la adopción del Nuevo Marco para la Biodiversidad, presentado en la COP15 en Montreal en el mes de diciembre del 2022. En este nuevo marco, las SbN también aparecían como prioritarias, pues el llamado fue crear un frente ante las crisis climáticas a través de una verdadera recuperación ecosistémica en la cual, se incluya a todos.
También, en la Agenda 2030, encontramos el ODS 8 sobre Trabajo Decente y Crecimiento Económico que en su meta 8.b a la letra ya planteaba: De aquí a 2020, desarrollar y poner en marcha una estrategia mundial para el empleo de los jóvenes y aplicar el Pacto Mundial para el Empleo de la Organización Internacional del Trabajo.
Tres agendas diferentes con un mismo propósito, crear trabajos decentes –entendiendo estos como aquellos trabajos productivos justamente remunerados y que se realicen en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana– que estén alineados con las SbN.
Hemos llegado a 2023, con la alineación de la agenda de cambio climático, la de biodiversidad y la Agenda 2030, gracias a las SbN ¿qué nos falta?
Lo que nos falta es generar este tipo de trabajos a través de una transición justa. Con este concepto, la OIT nos da una guía para contextualizar y también delinear las acciones necesarias para llevarlas a cabo. Por ejemplo, entender que enfrentamos una triple crisis –cambio climático, biodiversidad y contaminación– ante la cual, una acción necesaria es crear trabajos decentes –apoyando a trabajadores, empresas y comunidades–, pero al mismo tiempo, proteger la biodiversidad y contribuir al desarrollo sustentable.
Así, el Pacto que se lanzó en el Pabellón de Transición Justa de la OIT, busca eliminar las brechas entre las diferentes habilidades de las juventudes pidiendo: mayor compromiso de los gobiernos, empresas, sociedad civil y academia para generar y promover estos trabajos, impulsar emprendimientos y alianzas juveniles, así como educación ambiental para ayudar especialmente a los países más vulnerables.
Para México, atender este llamado representaría mejorar las oportunidades y calidad de vida de más de 30 millones de personas jóvenes. Significaría acompañarlos en una doble transición, una hacía los trabajos decentes y la otra, del ámbito educativo al laboral. Reduciendo con ello, la incertidumbre que los acompaña y procurando que nuestros jóvenes alcancen su máximo potencial.
POR MTRA. MARIANA GONZÁLEZ
PROFESORA DE LA FACULTAD DE ESTUDIOS GLOBALES
TWITTER: @YOUTHXPOWER
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