APUNTES DE GUERRA

Estampas trabajadoras

La conmemoración del Día del Trabajo obedece al aniversario de una de las primeras acciones del movimiento obrero organizado de Estados Unidos

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

 Ayer fue primero de mayo, una de las fechas más simbólicas y contradictorias del calendario. La conmemoración del Día del Trabajo obedece al aniversario de una de las primeras acciones del movimiento obrero organizado estadounidense, que en esa fecha en 1886 estalló una huelga en Chicago exigiendo la jornada laboral de ocho horas. 

La sangrienta represión policiaca se tornó manipulación de la justicia cuando ocho de los líderes del movimiento fueron acusados de instigar la violencia, juzgados sumariamente y sentenciados a muerte. La leyenda de los mártires de Chicago había nacido. Las ironías saltan a la vista: la fecha es conmemorada en prácticamente todo el mundo salvo en Estados Unidos, donde el episodio se minimizó por décadas buscando evitar el contagio global.

Efectivamente, el sindicalismo estadounidense se rezagó frente al del resto del mundo industrializado, pero a un costo altísimo para su sociedad y su economía. Si bien el crecimiento y progreso estadounidenses son innegables, lo es también la fragilidad de su red de protección social, y —más grave aún para EU— su cada vez más bajo índice de movilidad social. 

Para un país que lo apostó todo a un modelo que privilegiaba el desarrollo económico individual al del conjunto, y en que para ello el trabajador estaba dispuesto a renunciar a las “conquistas sociales” a cambio de la promesa de la prosperidad ilimitada, el resultado es decepcionante: mínima seguridad y también mínima movilidad. En el ranking de movilidad social del World Economic Forum, Estados Unidos aparece en el lugar 27, por debajo de Malta, Irlanda y Singapur. (México no sale particularmente bien en la tabla de posiciones, en el lugar 58).

Mientras tanto, en Francia la discusión se centra no en el futuro del trabajo, sino en su final: la reforma al sistema de pensiones del presidente Macron, que atrasa la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, ha provocado una ola de protestas y movilizaciones que algunos ya comparan al 1968. 

Aunque la nueva ley ya fue aprobada, ayer salieron a las calles más de dos millones de manifestantes, bastante enardecidos por cierto.

Y pues si queremos una paradoja todavía más evidente, basta ver que mientras que la jornada laboral de ocho horas, o la semana de 40, siguen siendo una aspiración no realizada para centenares de millones de trabajadores alrededor del mundo, en los países más ricos  las nuevas tecnologías y modalidades laborales postpandemia hacen impredecible el futuro: en México comienza el debate por la alguna vez llamada Semana Inglesa, mientras que en Hollywood, guionistas y escritores amenazan con irse a la huelga en protesta por las afectaciones que les han generado los nuevos modelos de programación en streaming. Así, de cabeza, las relaciones obrero-patronales lo mismo en las economías avanzadas que en las incipientes. 

Y eso que apenas comienza el análisis en serio de las implicaciones de la Inteligencia artificial. 

 

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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