COLUMNA INVITADA

La desdolarización del planeta: el proceso de cambio hacia la apertura comercial del siglo XXI

Quiere decir que, el mundo está pasando por un proceso de disminución del dólar como moneda de reserva

OPINIÓN

·
Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En semanas recientes muchos círculos de estudio y análisis financiero en Estados Unidos y Occidente en general han emitido opiniones interesantes acerca de cuáles podrían ser los principales efectos que acarrearía la disminución del dólar como moneda de cambio en las acciones bursátiles y comerciales en el planeta.

Las respuestas, aunque no han sido homogéneas, si han logrado coincidir en un camino alarmante para Estados Unidos: incremento de su nivel de deuda y el acrecentamiento en su pobreza. En otras palabras, si el mundo se desdolariza, lo que ocurriría es que existirá un flujo gigantesco de esta moneda de regreso hacia Estados Unidos y una inflación enorme, lo que haría que más estadounidenses se transformaran en pobres de la noche a la mañana.

Pero este no es un escenario muy lejano o improbable. Ya existen ciertas señales de que esta situación, puede convertirse en una realidad, por ejemplo, muchos americanos ante el incremento exponencial de sus hipotecas y sus rentas fueron forzados a dormir en sus automóviles, de igual manera, miles de personas, han decidido migrar de sus estados e inclusive de la unión americana y buscar nuevas opciones de vivienda en México para reducir costos y hacer rendir más su dinero. Otro indicador para considerar, podría ser el incremento en la deuda y la disminución en la confianza de los compradores estadounidenses, ante lo que perciben, como una recesión en su país lo que aumenta la incertidumbre y prolonga la reactivación de operaciones comerciales.

El dato más importante que considerar en medio de esta complicada situación, es que, en medio de la demanda histórica que ha tenido el dólar como moneda universal, lo que realmente se debe tener en mente, es la cantidad de dinero fluctuante en los mercados internacionales, ya que, este indicador mostraría la verdadera fuerza y confianza, que se tiene, acerca de esta moneda como símbolo de reserva.

Ahora bien, si la situación se contextualiza a través de la evolución histórica, pareciera ser, que hay décadas enteras, donde aparentemente no pasa absolutamente nada y de repente hay semanas donde parece que pasan siglos. Por primera vez, el GDP, (Producto Interno Bruto por sus siglas en Ingles), de los BRIC’S supero al del G7, los BIRC’S contribuyeron al 31.5% del PIB mundial ajustado por BPA, (beneficio por acción), mientras que el G7, solo proporcionó el 30.7% del PIB mundial ajustado por BPA.

¿Qué significa esto?

Quiere decir que, el mundo está pasando por un proceso de disminución del dólar como moneda de reserva. En este contexto, se debe recordar que, el dólar americano tuvo durante muchísimo tiempo un monopolio hegemónico del poder global, y además se uso como un tipo de divisa que funcionaba como una moneda de ahorro.

En este tenor todos los países transformaban su plusvalía, o sea, su exceso de productividad en dólares, para de esta manera, asegurar sus ahorros en una divisa estable que les permitiera tener un fondo a mediano y largo plazo confiable. Esto se debía a que el dólar después del evento de Bretton Woods, al final de la segunda guerra  mundial y el estándar oro, tenía su moneda respaldada por este metal, lo cual, lo hacia una moneda estable; entonces cuando otros países tenían diversas divisas muy volátiles y querían ahorrar dinero, sabían que era mucho más seguro, ahorrar capital en dólares, porque la moneda estadounidense estaba respaldada en oro; después el estándar de este metal fue sustituido y se transformo en el petrodólar, siendo el poder bélico y geopolítico internacional de Estados Unidos, lo que proporciona su estabilidad. Entonces el cúmulo de estos factores hace que la moneda americana, sea sumamente fuerte y deseable, porque es una moneda de ahorro, es confiable y, además, todo el mundo, querría guardar su dinero en dólares. Ahora esto, ya no es así.

El panorama para los latinoamericanos frente a este nuevo conflicto y, a un mundo que se desintoxica del uso del dólar universal junto a un BRIC’S que se vuelve más fuerte, que un G7, es que, aquel que determina los grupos subalternos, se reserva para sí mismo, el lugar universal.

Dicho, en otros términos, durante muchísimo tiempo en el imaginario colectivo se aprendía que ser latinoamericano, era asimilar que el lugar en el mundo globalizado solo servía para ocupar un espacio en la cadena de manufactura de los países más ricos. También se adoctrinaba a la mente, para visualizar que la materia prima nacional, era lo más valioso que los países en vías de desarrollo tenían para vender. Pero, ante el cambio histórico que se ha descrito, sería conveniente reflexionar, en que este, es un momento en la evolución humana, en donde seria pertinente repensar sobre la verdadera identidad nacional y la oportunidad que este fenómeno brinda a naciones como México para el futuro inmediato.

La pregunta que se debe responder en el corto plazo es ¿qué lugar desea México, en el mundo del siglo XXI?

La respuesta a dicha interrogante será crucial para implementar una estructura programática de desarrollo sostenible en muchos campos de la económica y la administración pública del país.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INAP

LSN