EL FONDO DEL MEOLLO

Ana Gabriela Guevara y su constante pelea con los deportistas

Se ha enfrentado con ellos en diferentes ocasiones, llamándolos mentirosos, deudores, chantajistas, amenazándolos, dejándolos sin recursos, y sin apoyo para desarrollar su disciplina

OPINIÓN

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Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando Ana Gabriela Guevara declaró que: “por mí, que vendan calzones”, para referirse a las representantes de México en natación artística, rompió toda imagen de respeto que se podía guardarse hacia ella. De por sí su imagen como funcionaria pública no era la mejor ante la serie de escándalos que se le han acumulado, desde que tomó la dirección de la Comisión de Cultura Física y Deporte, y con esto, demuestra que ni siquiera tiene la capacidad de manejo de crisis ante estas situaciones.

No es la primera ocasión que Guevara choca y menosprecia las quejas de los deportistas, en su mayoría de deportes acuáticos, luego de que ha tomado bandera en la defensa de Kiril Todorov, cuyo Comité Técnico y él fueron desconocidos por la World Aquatics (antes FINA), por no acatar los estatutos, además de que ha sido vinculado a proceso por el delito de peculado.

Esta funcionaria (que como atleta fue extraordinaria, y mantuvo durante mucho tiempo una lucha con Antonio Lozano, presidente de la Federación de Atletismo de nuestro país, por maltratos), ha decepcionado a quienes pensaron que bajo la experiencia que tenía, podía ayudar a mejorar las condiciones de los deportistas en México.

Pero no solamente eso, sino que, además, se ha enfrentado con ellos en diferentes ocasiones, llamándolos mentirosos, deudores, chantajistas, amenazándolos, dejándolos sin recursos, y sin apoyo para desarrollar su disciplina.

Lo peor es que parece que en los informes, que llegan desde la Conade a Presidencia de la República, todo está de maravilla y son “chismes” o “calumnias” lo que se dice de la manera en que Guevara se ha olvidado de los deportistas. Por eso se entiende que el Presidente salga a defenderla, y pedirle que no se enganche con esa campaña de desprestigio. Es decir, en el deporte mexicano, en la Conade, también se sigue esa línea de culpar a todos por lo que no se hace, y asegurar que es un movimiento de desprestigio.

Sin embargo, se olvidan de los episodios que ha protagonizado desde que tomó posesión de la Conade, desde 2018, ha vivido escándalos como el señalamiento, en 2020, por parte de la Secretaría de la Función Pública, que reveló una supuesta desviación de recursos del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento. Ese mismo año, la Auditoría Superior de la Federación informó de irregularidades en el gasto público de la Conade, por más de 300 millones de pesos.

Además, la esgrimista Paola Pliego le ganó un caso por daños y perjuicios y tuvieron que pagar 15 millones de pesos, desapareció el laboratorio avalado por la WADA, fue acusada de un atentado en Veracruz, con algunos empresarios que señalaban un caso de extorsión. Lo peor fue cuando una de las atletas que fue mucho tiempo su aliada, Paola Espinosa, la señaló como una de las culpables de que no fuera a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020… Entre otros.

Guevara tomó la Conade como trampolín político en busca de la candidatura de Sonora, y da la impresión de que, al no obtenerla, ya no le importó hacer bien las cosas. Cuando llegó generó ilusión en los deportistas, entrenadores, que lo único que han encontrado de su parte son reclamos y confrontación.

 

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008


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