COLUMNA INVITADA

El lado obscuro de la popularidad

La idea de la popularidad se ha sobreestimado debido a que las redes sociales

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La idea de la popularidad se ha sobreestimado debido a que las redes sociales han inoculado la creencia la exposición mediática que promueve la fama ya sea buena o mala, es algo deseable; y ello obedece a que representa un mayor poder o entradas económicas importantes. Ante ello una persona común puede ser colocada en un pedestal. Lo cual no ha pasado inadvertido para políticos, artistas, gente común, profesionistas y demás.

A efecto de entenderlo mejor la popularidad ha dado como resultado retos que involucran la salud y beneficio de las personas; como aquellos movimientos en contra de la vacunación, los retos peligrosos entre jóvenes o en el pasado podemos remontarnos a los sesgos raciales, la falta de inclusión de las personas diferentes o de grupos minoritarios,

Lo relevante es que la popularidad se está construyendo de forma artificial, aún cuando ésta es contraria a la verdadera esencia e intención de cada persona.

Algunos de nuestros políticos se han posicionado de esta forma mediante la promoción de ideas que podrían afectar el orden y el beneficio de toda la colectividad, ello implica que dicho comportamiento no augura un buen destino para la Nación. Poner límites y enseñar la autorregulación es el deber fundamental para sociedades como la mexicana que aún se encuentran en tránsito, hacia una educación que fomente el respeto por la otra persona.

De hecho, muchos, podrían ser comparados con aquellos padres o madres, permisivos que dejarían a sus adolescentes e infantes comer dulces en lugar de comida nutritiva, no asistir a la escuela, manejar un coche a alta velocidad; permitir la agresión y la violencia, así como el consumo de bebidas alcohólicas y las drogas.

En general muchas de las políticas populares son contrarias a la lógica o las necesidades de desarrollo de un país y hacerlo evidente, suele impedir que algunos grupos se apropien del statu quo con intenciones perversas; como la promoción de la anarquía o la desobediencia cívica a instituciones que vigilan el estricto cumplimiento de nuestros deberes y obligaciones. Perder la perspectiva de lo dañino de algunas decisiones mal encaminadas; fomenta puntos ciegos donde la percepción de la creciente inseguridad, el deterioro de la seguridad social, o el abandono escolar de los adolescentes erosiona la función del Estado.

En consecuencia, analizar el cómo se construyen algunas de las candidaturas que pretenden hacernos pensar que están en una máxima aceptación, debe tomarse con profundo interés ya que representa la utilización de enormes cantidades de dinero público para promover figuras políticas, con lo cual, las cuestiones indispensables de la vida citadina quedan sin respaldo.

Ejemplo de esto es tomar el dinero de las plazas vacantes de miles de servidores públicos; volviendo inservible su función ya sea en un hospital, en un centro de justicia, en los temas de atención a víctimas, en tus parques, dejando inservibles el transporte público; o las escuelas. Todo el entorno ciudadano se ve afectado.

No estamos hablando de miles de pesos, sino de millones, para ponerte en contexto el pago que se realizará este año en la Ciudad de México, lo que se denomina Comunicación Social y publicidad es de 753 millones 141,301 pesos, de acuerdo con la Clasificación por objeto del gasto publicado por la Secretaría de Administración y Finanzas como parte del paquete económico 2023.

Ello representa, un derroche en favor de una sola persona, cuando vivimos millones dentro de nuestra Ciudad. Plantearse lo innecesario de potenciar a una persona para que obtenga el poder para no hacer nada nos debería de hacer reconsiderar, hacia donde nos conducimos Por lo pronto, necesitamos enfocarnos para que nuestros políticos se autorregulen, con dignidad, honestidad y pensando que es más importante el conjunto, que ellos como entes individuales y como eso, por lo pronto no es posible, sería bueno darnos cuenta de que en algunos casos no es un signo favorable la popularidad.

POR SARA MORGAN

Consultora Laboral Directora de Equity Job Lab

@MorganSarel

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