COLUMNA INVITADA

Usuarios del Metro pieza clave para quien desee gobernar la ciudad

Hace unos días, recordamos el colapso en la línea 12 del Metro, por desgracia las noticias sobre fallas

OPINIÓN

·
Karen Quiroga/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace unos días, recordamos el colapso en la línea 12 del Metro, por desgracia las noticias sobre fallas, salida de humo en estaciones y retrasos en el servicio que utilizan cerca de cinco millones de personas al día no dejan de aparecer semana tras semana y quienes usan este transporte público lo saben y están cansados.

Fue el 4 de septiembre de 1969 que se inauguró la primera línea del Sistema de Transporte Colectivo, en respuesta a las necesidades de movilidad urbana del entonces Distrito Federal.

Desde su origen, el Metro s fue concebido como la ‘base de un sistema complejo de transporte masivo de la ciudad. Más tarde, a finales de los años setenta, se concibió como la ‘columna vertebral’ del sistema de transportación y como un factor importante para desincentivar el uso del auto particular se menciona en diversos textos sobre la historia del Metro.

Con los años, el Metro se convirtió en el sistema de transporte por excelencia para la mayoría de quienes habitan en la Ciudad. ¿Quién no ha recorrido la línea 2 para llegar al Zócalo y el Centro de la Ciudad?, ¿quién no conoció la línea 3 para llegar a Copilco, Universidad o ir a la Basílica de Guadalupe, ¿y quién no ha viajado a la línea 1 si va a Chapultepec o a la Merced?

Esto por cuanto se refiere a las primeras líneas del Metro. Porque a Iztapalapa, ese transporte tardó varios años en llegar, y cuando lo hizo, sin duda se convirtió en una excelente opción para quienes viven en el oriente de la ciudad y tienen la necesidad de trasladarse al resto de la ciudad para cumplir con sus trabajos, estudios o compras.

Durante varios años vivimos la época dorada del Metro, su servicio era rápido, limpio y sobre todo seguro, incluso para quienes cuentan con vehículo particular era la alternativa para poder llegar mucho más rápido a determinados destinos, sin embargo, con el correr de los años el mantenimiento se comenzó a ser como un gasto y no cómo una inversión.

La consecuencia fue una caída en la calidad del servicio. Así de manera paulatina, pero permanente comenzamos a ver vagones sucios, cristales en mal estado, pisos rotos, grafiti, robos y, en lugar de dos minutos entre tren y tren como era tradición, el tiempo de esperar aumentó y hoy, nadie tiene certeza de cuánto tardará en abordar un tren. Esto sin duda ha generado una mala percepción.

Pero los problemas no se detienen ahí, quien de ustedes no ha visto goteras que se convierten en cascadas en algunas estaciones o cuántos trenes deben pasar para poder abordar un tren que los lleve a su destino, precisamente eso fue lo que ocasionó que hace unos días se hizo tendencia en redes un video de la línea 9 donde la gente desesperada por el retraso comenzó a saltar por todos lados para salir de los andenes.

Y mientras los trabajadores, estudiantes, jefas de familia y millones de personas, sufren a diario por el mal servicio, el gobierno de la ciudad afirma que invierte millones de pesos en trabajos y mantenimiento que no se reflejan en la calidad del servicio y eso tarde o temprano será un tema que el ciudadano encontrará la manera de reprochar al actual gobierno.

No se puede confiar y refrendar en el poder a quien le apuesta al deterioro, la mala calidad, la corrupción y la muerte de la gente. Los millones de usuarios silenciosos que un día sí y otro también llegan tarde a sus empleos, deben sufrir a consecuencia de los descuentos, o llamadas de atención no dejarán pasar la afrenta y exigirán un cambió, un cambio de gobierno para que llegue gente que sí sabe qué hacer. Al tiempo.

POR KAREN QUIROGA
Secretaria Nacional de Igualdad de Género del PRD
@KarenQuirogaAn

MAAZ