COLUMNA INVITADA

“No arriesguen sus vidas por venir aquí”

Cerca de 24 mil efectivos del ejército estadounidense han sido enviados a la frontera con México para contener la crisis que se viene y todas las ciudades fronterizas de ese país se han declarado en estado de emergencia

OPINIÓN

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Javier García Bejos / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Palabras textuales de Alexandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos con motivo de la expiración del título 42, la norma administrativa de la era trumpista que expulsó a 2.6 millones de migrantes con el pretexto del Covid-19. El jueves 11 de mayo esa medida llegó a su fin, pero el panorama de desasosiego para las miles de personas que tienen la esperanza de entrar a Estados Unidos y vivir una vida mejor no terminará aquí.

Cerca de 24 mil efectivos del ejército estadounidense han sido enviados a la frontera con México para contener la crisis que se viene y todas las ciudades fronterizas de ese país se han declarado en estado de emergencia. El propio Mayorkas ha dicho en un involuntario eufemismo que se vienen “semanas difíciles”.

En el interín, las vidas, sueños y deseos de cerca de 600 mil migrantes de diversas nacionalidades que están varados en nuestro país.

Lo peor de toda esta terrible tragedia que apenas comienza es que ya tiene antecedentes de larga data y no es que esté tomando por sorpresa a México y EU.

Por su parte, las organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil que atienden a migrantes están rebasadas y sin presupuesto.

Pero insisto, esto no debería tomar por sorpresa a nadie, y es triste ver la indiferencia y la falta de previsión de ambos países ante un drama previamente anunciado y del que en gran medida es responsable nuestro vecino del norte.

Porque además, la crisis migratoria que estamos enfrentando y que sin duda va a agravarse no es un fenómeno exclusivo de nuestra región, está sucediendo a nivel global y es resultado de décadas, y en algunos casos siglos, de un sistema económico basado en la explotación y la distribución inequitativa de los recursos económicos y naturales de unos países en beneficio de otros.

A Occidente le gusta mucho la retórica grandilocuente y plagada de un tono y sensibilidad humanista, pero en la práctica, el diseño de sus políticas económicas y migratorias lo único que ha logrado es la segregación, el incremento de la desigualdad y la generación de un caldo de cultivo que ya está empezando a desbordarse y me parece inaudito que los supuestos liderazgos de este hemisferio del planeta no estén teniendo un mínimo de visión sobre lo que se avecina.

Respecto a México tenemos un grave problema enfrente. Como lo mencioné unas líneas arriba, hay cerca de 600 mil migrantes atorados en nuestro país, y con la entrada en vigor del título 8, que sustituye al 42, estaremos recibiendo aproximadamente a más de 60 mil nuevos migrantes por mes.

México, como siempre, se va a llevar la peor parte en esta crisis y me parece que hoy más que nunca nuestro país está en condiciones de exigirle a Estados Unidos que ponga de su parte en esta terrible tragedia humanitaria. La vida de miles de personas, y quizá millones en los próximos meses y años, dependerá de la voluntad política de ambos países.

Me rebasa y siento una profunda pena al ver que esa humanidad que el discurso occidental pregona con orgullo no es otra cosa que palabras al viento. Lamentable.

ACNUR, COMAR, INM

360 mil entrarán, 600 mil ya están en el país. 

 

POR JAVIER GARCÍA BEJOS

COLABORADOR

@JGARCIABEJOS

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