OTROS ÁNGULOS

El menosprecio con que se trata a la Salud Pública

El sistema de salud languidece y sus directivos, especialistas, enfermeras, camilleros, pasantes y doctores, se empeñan en atender con amabilidad

OPINIÓN

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Raúl Cremoux / Otros Ángulos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al fracaso en escalada de aniquilar el Seguro Popular para tratar de crear un organismo con pies de plomo y una nariz chata como de cerdo llamado Insabi,  lesionando los intereses de más de 47 millones de mexicanos, ahora nos enteramos que a los recortes presupuestales en el sector salud de los tres pasados años, en el primer trimestre de este 2023, la inversión destinada a este sector ¡tuvo una caída anual de 33.9 por ciento!

¿Por qué castigar así a millones de seres enfermos despojándolos de lo que era un paraguas protector ante todo tipo de malestares e incluso de la muerte?

A ese desprecio de quienes tienen recursos económicos y pueden pagarse las cuentas de los hospitales privados, e incluso llegar a tener sus nietos en Houston, Texas muy cerca de una obsoleta refinería que le costó al erario 8 mil millones de dólares, el sistema de salud languidece y sus directivos, especialistas, enfermeras, camilleros, pasantes y doctores, se empeñan en atender con amabilidad y eficiencia a numerosísimos pacientes de todo tipo.

Y si todo esto sería suficiente para reprobar las absurdas decisiones que causan tantos males de todo orden, tenemos que ver cómo las autoridades sanitarias tienen relegada a la medicina integral compuesta por la milenaria y ancestral medicina china, la acupuntura, la herbolaría tan rica y potencialmente poderosa así como todo el arcoíris de prevenciones en lugar de los tratamientos auspiciados por laboratorios extranjeros.

Doctores como Abelardo Ávila, Gabriel Bertona, Efrén Cabrera de México y hasta premios Nobel de medicina (2018) como el estadounidense James Allison y Walter Willet de Harvard, han generado el impulso y desarrollo de alimentos saludables sin contener transgénicos ni agrotóxicos así como la distribución y comercialización de hierbas medicinales y suplementos naturales.

Lejos de ello, ostentamos el primer lugar en obesidad infantil y en no menos gloriosos lugares, la diabetes, la hipertensión, el cáncer y los trastornos del corazón.

La secretaria de Salud pareciera ajena a todo esto pues no desperdicia oportunidad de señalar que todo va bien. Y claro, lo hacen los funcionarios que nunca ponen pie en el Hospital General, el 20 de noviembre o en las clínicas del IMSS y del ISSSTE, Institutos de Salud donde los remedios son los convencionales y además aplicados con la tardanza a la que obligan la falta de medicinas, la contratación de nuevos recursos humanos, el escaso o nulo mantenimiento de lo más indispensable.

Durante el pernicioso periodo de la epidemia de COVID 19, fueron ostensibles tanto el pésimo manejo de los insumos que había como la oportunidad desperdiciada de instrumentar nuevas estrategias en el uso de la medicina integral.

Cuando usted enferme y trate de encontrar remedio, no olvide lo que tanto nos repiten: “vamos muy bien…”.

 

POR RAÚL CREMOUX 

ESCRITOR Y PERIODISTA

@RAULCREMOUX

LSN