COLUMNA INVITADA

Adán Augusto López Hernández, el hombre que resuelve

En la defensa de la gran Tenochtitlán, Cuauhtémoc alertó a todas las provincias

OPINIÓN

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Ricardo Peralta / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En la defensa de la gran Tenochtitlán, Cuauhtémoc alertó a todas las provincias sobre la invasión española encabezada por Hernán Cortés, considerado el último Tlatoani azteca, es también conocido en nuestra historia prehispánica como un ícono en la defensa de Tenochtitlán quien con heroísmo, enorme valentía e historia meritoria obtuvo el cargo de Tlacatécatl; siempre opositor a la presencia española, motivo por el cual obtuvo la mayor confianza del Tlatoani Cuitláhuac, a quien apoyó para combatir al ejército de Cortés. A la muerte en batalla de su antecesor, éste fue nombrado y es el último Tlatoani del Imperio Azteca.

En el imaginario nacional, Cuauhtémoc ha sido utilizado en la nomenclatura de las principales avenidas de todo el país, se encuentra en estatuas cívicas, en billetes de las más altas denominaciones, en estaciones de transporte público y un gran número de mexicanos, e incluso actores políticos llevan su nombre.

El Sol que desciende es la traducción mitológica de su nombre, porque el águila era la representación totémica de Huitzilopochtli, y se puede referir a la máxima representación de los astros que es el Sol.

Esa lucha contra los invasores y colonizadores de nuestra tierra pareciera un capítulo todavía inconcluso, han pasado más de 500 años, pero la voracidad de los descendientes de esos macabros y vulgares ambiciosos españoles, es claramente representada por lo que significa el conservadurismo en nuestro país.

Odian los conservadores mexicanos a los pueblos originarios, discriminan la tez morena y los usos y costumbres de nuestro pueblo, les avergüenza la existencia de distintos acentos al hablar el español, e incluso la ridiculez de denostar principalmente al sur de México donde se encuentra la mayor concentración de población indígena y de pobreza; esos conservadores, en una edición contemporánea, son los entreguistas, los adoradores del malinchismo y los que diariamente atacan a los movimientos populares con la fiereza que nunca han tenido para defender la Patria. Han creado conceptos basándose en acuerdos y tratados internacionales, simplemente para cumplir con un “establishment internacional”. En pro de la transparencia, de la democracia, de la infancia y supuestos derechos humanos, han creado Organismos Autónomos con “blindaje constitucional”, como si eso evitara su putrefacción y totalitarismo.

 

Pareciera que nuestra lucha contra los enemigos de México es interminable, por fortuna nuestras raíces están basadas en la fortaleza popular y en la cultura, y de eso se trata la Transformación de México, en no bajar la guardia y no permitir acciones apátridas que ya le han causado mucho daño a México.

 

El Tren Maya, el Corredor Interoceánico de Tehuantepec, el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, además de las miles de carreteras y obras de infraestructura a lo largo y ancho del país, son el ejemplo más claro de que si se evita el enriquecimiento a costa del presupuesto público, como lo hicieron los gobernantes de sexenios anteriores, se puede devolver a México su grandeza en beneficio de las mayorías y no de unos cuántos.

En términos genéricos esa es la gran misión del aún largo trabajo que requiere nuestro país institucionalmente desde el Poder Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial para continuar con la Transformación y así, con esa analogía, Adán Augusto López Hernández podrá desempeñar con todo heroísmo y patriotismo la sucesión que consolide la continuidad con cambio, se ha destacado profundamente por ser el único hombre que resuelve las indicaciones del Presidente López Obrador, y será también el que encabece la defensa del país contra esa ridícula oposición que cada vez demuestra su ausencia de dignidad para autogobernarse.

A nivel nacional Adán Augusto López Hernández ha rebasado a todos los aspirantes para ocupar la presidencia de México, no será una designación de una persona, es el convencimiento popular que lo define como la persona idónea que al igual que Cuauhtémoc cuenta con los méritos y oficio político para encabezar la gesta permanente por la defensa de la Patria. 

POR RICARDO PERALTA

COLABORADOR

MAAZ