A las afueras de la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde ocurrió la tragedia que dejó saldo de 40 muertos, los migrantes hacen lo que pueden para manifestarse en contra de lo que consideran un crimen de Estado, como lo escribieron a las afueras del sitio con letras azules, como una verdad que la actual administración no ha podido cubrir.
Con los poquísimos recursos de los que se pueden allegar los migrantes, compraron flores y veladoras en las que escribieron los nombres de cada uno de los fallecidos en el incendio y antes, llevaron a cabo un Viacrucis a las afueras de la estación, -en plena Semana Santa-, debido al calvario que ha representado para ellos el larguísimo camino, -de punta a punta-, desde Chiapas hasta la zona fronteriza del norte del país, donde los albergues están saturadísimos y la solidaridad entre los migrantes no alcanza a cubrir ni siquiera una pequeña parte.
Niños y mujeres que se quedaron sin sus compañeros de viaje denuncian el miedo que les causa tanto los agentes del quasi extinto Instituto Nacional de Migración, (INM), como los polleros que prometen llevarlos hasta Estados Unidos y la mayoría de las veces, los dejan tirados a medio camino donde muchos mueren.
Con el comisionado de dicho Instituto Francisco Garduño desaparecido, el padre Alejandro Solalinde, del refugio “Hermanos en el Camino” y fiel seguidor de la presente administración, se dejó ver en Palacio Nacional, a donde llegó en vehículo con chofer para proponer la extinción del INM y sustituirlo por la Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería, en la que no habría mando militar a cargo de la Policía Migratoria.
Aseguró Solalinde que dicha transición se hará legal y decentemente y que la aun no naciente Coordinación será una entidad del gobierno interinstitucional, debido a la interacción que tendrán diversas dependencias, como por ejemplo, la Secretaría de Gobernación y la de Relaciones Exteriores, cuyos titulares, por cierto, no han querido asumir ninguna responsabilidad en el incendio en Ciudad Juárez.
El problema que se presenta para la conformación de dicha Coordinación, es que no queda tiempo, al igual que ha ocurrido con otros proyectos que solamente se han quedado en buenas intenciones, o que si se ponen en marcha no son al cien.
Si se toma en cuenta que a la actual administración le resta poco más de año y medio, muchas cosas se quedarán en el tintero, como el sistema de salud del Bienestar, que sería muy similar al de Dinamarca, lo que se anunció a los inicios de esta gestión y no ha podido avanzar, de tal suerte que, con el tema de los migrantes, seguirán las vejaciones, las violaciones a sus derechos humanos, la corrupción y en suma, la muerte seguirá rondando.
POR ADRIANA MORENO CORDERO
COLABORADORA
PAL