Seguridad Alimentaria Mexicana, SEGALMEX, creada en 2019 para garantizar la autosuficiencia alimentaria, principalmente en arroz, frijol, maíz y trigo, es protagonista del más grande escándalo de corrupción que se haya revelado en tiempos recientes. El fraude de más de 15 mil millones de pesos supera a la Estafa Maestra, al caso Odebrecht o a Monex, e incluso daría para comprar varios aviones presidenciales.
SEGALMEX revela una compleja red de corrupción, que opera mediante sofisticados esquemas de triangulación, desvío de recursos y pactos secretos entre políticos deshonestos. Gracias al INAI, que ha ordenado transparentar la recuperación de recursos, así como la entrega puntual de documentación, el escándalo ha tomado mayor protagonismo nacional. Este papel destacado del máximo órgano garante en materia de transparencia, ha desatado la furia presidencial. El presidente ha renovado los ataques contra el organismo e instruyó a la mayoría oficialista del Senado para dejarlo inoperante a partir de abril.
Detrás del fraude está siempre el protagonista del escándalo. En este caso, un personaje vinculado al salinismo, quien estuvo al frente de CONASUPO entre 1988 y 1990: Ignacio Ovalle. El titular de SEGALMEX ha sido omiso, ingenuo o definitivamente un corrupto irredento a las órdenes de uno de los esquemas de corrupción más brutales que hayamos conocido. Hoy goza del manto de impunidad presidencial y de la garantía de que caerán cabezas, pero nunca la de él.
Las 22 órdenes de aprehensión giradas hasta el momento son insuficientes para garantizar justicia plena y cero impunidad. Se trata de una maniobra más de este gobierno para linchar a subordinados y exonerar a las cabezas visibles de un fraude que atenta contra la población más vulnerable. ¿Qué se puede esperar de un gobierno que niega por sistema a la ciencia, la técnica y la transparencia y cuyas decisiones se basan en la ocurrencia y en ideas obsoletas?
SEGALMEX es un caso más de una institución creada bajo las ideas caducas típicas de los gobiernos populistas de los años setenta, que creían que el Estado es el único protagonista para el rescate de pobres y abandonados, lo que sólo produjo y ha producido más pobreza y abandono.
El fracaso de la nueva empresa es evidente y nos remonta a viejos escándalos de fraudes que, con las leyes de transparencia, la creación de la Auditoría Superior de la Federación y la rendición de cuentas, creíamos superados. Hoy, un presidente que ha vivido de la confrontación, la división y el encono, reedita los viejos modos de décadas de populismo que tuvieron como resultado más pobreza, menos crecimiento y crisis con potencial para acabar con el patrimonio de varias generaciones.
Los intentos para ocultar el evidente desfalco a la Nación han llegado a niveles de grosería, al pretenderse opacidad para las obras faraónicas presidenciales, caracterizadas por sus sobreprecios, sus licitaciones a modo y sus contratos opacos, así como por el daño al patrimonio de la nación, junto con el súbito enriquecimiento de una nueva clase política cobijada y amparada por el poder palaciego.
López Obrador es el hombre del escándalo. Desde sus primeros pasos fuera del PRI buscando posiciones de poder a costa de chantajes y extorsiones, el actual presidente fraguó una vida de lujos ocultos, basada en prestanombres sin límites, en el cobro de diezmos y cuotas en efectivo, que lo han consagrado como El Rey del Cash.
Las creaciones del presidente son a su imagen y semejanza: destilan corrupción por todos sus poros, conllevan vulgares saqueos de recursos públicos y la protección de personas políticamente impresentables.
En perspectiva, SEGALMEX será la Estafa Maestra de López Obrador: que hunde para siempre su discurso sobre la honestidad, sepulta de forma definitiva su supuesta lucha contra la corrupción y pone en evidencia a un grupo de personas enquistadas en el gobierno, que son hoy la auténtica mafia en el poder.
SEGALMEX como todas las obras presidenciales, destila un tufo de indescriptible y brutal corrupción que ha contaminado a este gobierno, de forma irremediable.
POR GINA CRUZ BLACKLEDGE
SENADORA GINA ANDREA CRUZ BLACKLEDGE
PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE RELACIONES EXTERIORES AMÉRICA DEL NORTE EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA
@GINACRUZBC
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