ORBITANDO

Píldora, en batalla electoral

Estamos en los primeros escarceos de una nueva contienda entre republicanos y demócratas para convertirse en los inquilinos de la Casa Blanca

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La píldora abortiva (mifepristona) está en medio del debate político electoral y social en Estados Unidos. En realidad, es la única opción legal que la Corte Suprema le dejó a la sociedad estadounidense tras anular la protección constitucional de casi 50 años a la interrupción asistida.

Esa conservadora Corte Suprema, parte de la herencia maldita que Donald Trump le dejó a la sociedad durante su mandato, se pronunció hace menos de un año respecto al aborto, cortándole el derecho a decidir lo que mejor le conviene a cada estadounidense sobre su propio cuerpo e integridad.

La lucha de la píldora abortiva es sólo la punta del iceberg, en no pocos estados gobernados por los republicanos se está imponiendo el ultraconservadurismo con restricciones sociales y culturales de diferente índole; por ejemplo, en Florida hay una abierta censura sobre los contenidos de libros que tocan temas raciales o sexuales.

La lista de prohibiciones es cada vez más amplia, toca fibras sensibles y logros sociales que habían alcanzado durante muchos años las minorías en Estados Unidos, ahora se han convertido en herramientas electorales de cara a las presidenciales de 2024.

Es verdad que los tiempos han cambiado mucho desde que el republicano Ronald Reagan, gobernador de California en 1967, promulgó una de las primeras leyes estatales que legalizaron el aborto.

O desde que Barack Obama, quien prometió que su primer acto como presidente sería firmar una ley que garantizara el derecho a nivel federal, no consiguiera hacerlo ni siquiera con su supermayoría demócrata.

El asunto es que el pasado fin de semana, el Tribunal Supremo de EU bloqueó las nuevas restricciones impuestas por tribunales inferiores a la píldora abortiva, lo que supuso una victoria para Joe Biden –quien ya se destapó para reelegirse– en su defensa de un amplio acceso al fármaco en la última encarnizada batalla legal sobre los derechos reproductivos.

El asunto es que estamos en los primeros escarceos de una nueva batalla electoral, habrá que esperar cuántas embestidas más le dan los republicanos y demócratas a la sociedad estadounidense, en su afán de convertirse en los nuevos inquilinos de la Casa Blanca.

Pese a los diferentes juicios que enfrenta Trump, buscará la candidatura republicana, aunque no se puede descartar a Ron DeSantis –un trumpista extremo–; cualquiera de los dos se medirá seguramente con Biden, en lo que apunta como una revancha electoral, que nadie querrá perder, ahí es donde las promesas pueden volver a vapulear a esa sociedad multicultural.

Lo seguro es que con restricción o sin ella, los abortos van a seguir existiendo en EU y en todo el mundo, su prohibición los orilla la clandestinidad, muchas veces practicada por los estadounidenses en México con resultados funestos.

Llama mucho la atención como la primera potencia del mundo, en su interior sostiene batallas sociales que sólo demuestran un retroceso y polarización que hacen ver a Estados Unidos como un país cada vez más fragmentado.

POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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