CONSUMMATUM EST

Agandalle en San Lázaro

En el glosario de la política mexicana, se encuentra la práctica avasallante e irracional

OPINIÓN

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Lorena Piñón Rivera / Consummatum est / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el glosario de la política mexicana, se encuentra la práctica avasallante e irracional denominada popularmente como "agandalle legislativo". Este fenómeno no es nuevo y además no es exclusivo de las cámaras del Congreso de la Unión, sino que también tiene sus vertientes en las legislaturas estatales y guardando toda proporción y de acuerdo a sus atribuciones, en los cabildos de los ayuntamientos del país.

El “agandalle legislativo” se refiere de forma genérica a cuando una fracción parlamentaria o un grupo de diputados o senadores, buscan obtener el control en las votaciones de las comisiones legislativas y ante el pleno, a través de maniobras en donde no se concede posibilidad alguna tanto para la deliberación de las propuestas de leyes, como de acordar algún tipo de modificación a las mismas, con el objetivo de obtener beneficios políticos y económicos para ellos mismos, para su partido y al gobierno del que son afines.

Entre las características lamentables más importantes del "agandalle legislativo" se encuentran: La falta de transparencia: La mayoría de las maniobras y acuerdos se hacen en secreto, sin la adecuada y suficiente información pública de los temas legislativos, lo que implica una falta de transparencia en el proceso legislativo.

La falta de democracia: La práctica del "agandalle legislativo" se realiza sin tener en cuenta la opinión de los demás legisladores o de la ciudadanía, lo que atenta contra la democracia y la representatividad. El hecho de plantear dictámenes como “de urgente y obvia resolución”, es un argumento sin sustancia que utilizan para que su mayoría acrítica haga posible que no pase por el análisis de comisiones legislativas y sea de inmediato votada la aprobación de los mismos, no importando que sean para destruir instituciones.

La polarización política: La lucha por el control del Congreso a través del "agandalle legislativo" puede generar divisiones y polarización en el ámbito político, lo que dificulta el diálogo y la búsqueda de consensos. Eso es lo que vimos en la semana de cierre del periodo legislativo, en donde la oposición se manifestó en contra del avasallamiento irracional y el no cumplimiento del trámite legislativo ordinario, porque es evidente que la destrucción de instituciones no es una urgencia que merezca una resolución inmediata de parte de los diputados.

Esto debilita la capacidad del Congreso para cumplir con sus funciones, ya que se priorizan los intereses de un grupo o facción autoritaria sobre el interés general y la opinión de las demás expresiones políticas representadas en el Congreso. El "agandalle legislativo" es una forma de corrupción, ya que es una práctica que va en contra de los principios democráticos y que atenta contra la transparencia, la representatividad y la legitimidad del Congreso en México. Morena y sus aliados se empeñan en ser una oficialía de partes de los designios destructores del gobierno federal.

POR LORENA PIÑÓN RIVERA

Diputada federal

@lorena pignon

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