En las campañas electorales, es normal que los políticos se centren en presentar argumentos y propuestas racionales, pero a menudo olvidan que las emociones también juegan un papel fundamental en la toma de decisiones de los votantes y que estas emociones son determinantes para ganar una campaña electoral.
Es común ver que la mayoría de los candidatos, usan argumentos complicados y largos que lo único que logran, es que los mensajes sean aburridos, difíciles de entender y que el electorado se desconecte y pierda interés en las propuestas de los candidatos. En otras palabras, la comunicación se vuelve fría y alejada de los intereses de los electores.
Por lo anterior, es fundamental comprender que las emociones, además de poderosas, son contagiosas. En este sentido, existen siete emociones humanas básicas: tristeza, felicidad, ira, desprecio, sorpresa, asco y miedo. De estas, el miedo y la tristeza suelen estar relacionadas con la resistencia al cambio, mientras que la ira y la felicidad suelen estar relacionadas con un tendencia hacia el cambio. Por esto, es importante para los candidatos comprender la relación entre las emociones y el cambio para poder conectarse con los votantes de manera efectiva y persuadirlos a su favor.
Las emociones de candidatos y electores juegan un papel determinante en el resultado de las campañas electorales. Por ello es común observar que cuando la sociedad está enojada, los candidatos también lo están. Esto lo podemos ver con el actual clima de
polarización social y política que existe en México, y los síntomas de esta situación son evidentes en todas partes, una muestra de ello son los debates que se generan en las redes sociales. Es imprescindible que los candidatos activen las emociones del electorado, si quieren ganar una elección.
Estas emociones humanas, nos permiten comprender por qué los votantes no toman sus decisiones basados puramente en aspectos racionales, ya que las emociones y los sentimientos juegan un papel importante en el proceso de toma de decisiones y por lo tanto, los candidatos deben tener en cuenta esto para poder conectar con el electorado de forma efectiva.
Dado lo anterior, tenemos que en una campaña electoral, se deben presentar propuestas de manera clara y concisa, pero también se tienen que generar estas emociones en la audiencia.
Pero ¿cómo se logra esto?
Si se utilizan los canales adecuados, las emociones pueden pasar rápidamente de una persona a otra y difundirse por toda la sociedad, logrando que el sentimiento se haga viral.
Entonces, esta comunicación emocional comienza con el contacto, ya que el portador de una emoción transmite esa emoción a través de sus palabras, gestos y expresiones faciales al otro. Por ejemplo, cuando un candidato comunica sus ideas y siente una emoción, esa emoción se transmite a su audiencia. Si habla con enojo, su audiencia se enojará. Si habla con tristeza, su audiencia se sentirá triste. Si habla con alegría, su audiencia se sentirá feliz.
Sin embargo, es fundamental que las emociones sean auténticas, ya que nuestro cerebro es capaz de percibir señales no verbales que indican si estas emociones son genuinas o no.
Otro poderoso medio para transmitir emociones es a través de la narrativa y aquí el candidato no necesita explicar las emociones explícitamente, sino simplemente contar historias que las evocan. Estas historias deben ser simples, con personajes que enfrentan
problemas, tomando decisiones y acciones para superar la adversidad.
Al contar una historia, esta se introduce en la mente del oyente y es cuando se transmiten las emociones de manera efectiva.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que las emociones pueden ser utilizadas negativamente en una campaña electoral. Por ejemplo, las estrategias de miedo, pueden generar emociones negativas en los votantes para influir en su decisión.
Finalmente, las emociones son una parte fundamental de la experiencia humana y juegan un papel importante en la toma de decisiones políticas. Los candidatos que entienden esto y utilizan las emociones de manera efectiva pueden conectar con los votantes de forma profunda, generando una conexión emocional que puede inclinar la balanza en su favor en una elección.
Por lo tanto, en una campaña electoral, definitivamente, el poder de los sentimientos puede definir el resultado de la elección.
POR FERNANDO ALBERTO GARCÍA CUEVAS
INSTAGRAM: @FER_GARCIACUEVAS
FACEBOOK: FER GARCÍA CUEVAS
TWITTER: @FERGARCIACUEVAS
LSN